Los domingos suelen ser un día de descanso para la mayoría de los trabajadores, sin embargo, algunos, sobre todo al llegar la tarde, sufren de angustia, irritación o hipersensibilidad.
Miedo, sensación de vacío y en general una predisposición a centrarse en lo negativo, son otros de los síntomas que se suman. Se trata del llamado “síndrome de domingo”, una reacción frente a la situación de que faltan pocas horas para retornar a la jornada laboral.
El portal Phicology Today describe este problema, como “la aversión que tenemos por el regreso del lunes al trabajo/escuela, el duelo que sentimos por el fin del fin de semana y la sensación general de desesperación o nostalgia que sentimos por la promesa que ofrecen los viernes por la tarde al comenzar una nueva semana”.
En la mayoría de los casos, estos síntomas se detienen el lunes al retomar la jornada laboral, sin embargo, en muchas situaciones, este escenario se repite domingo a domingo llegando incluso a tener consecuencias físicas como: estreñimiento, dolor de cabeza y dificultad para conciliar el sueño. Considerando que en muchos casos se repetirá semana a semana, se podría sufrir de esto 52 veces en un año. Por esta razón, es importante, según los psicólogos, prestar atención a la situación para poder determinar el origen y así disminuir los síntomas.
Suzanne Degges-White, profesora y directora del Departamento de Consejería, Educación para Adultos y Educación Superior de la Universidad del Norte de Illinois, destaca algunos consejos para hacer frente a estas sensaciones.
En primer lugar hay que tratar de conseguir la mayor ventaja que se pueda durante la semana laboral. En otras palabras, atar “tantos cabos sueltos como pueda el viernes”.
“Saber que ha manejado todas las crisis potenciales conocidas antes del lunes por la mañana puede reducir parte del temor y la ansiedad que se apoderan de los domingos por la noche. Un escritorio limpio el viernes a las 5 puede llevar a una mejor actitud los lunes a las 8”, dijo.
Añadió también que “las rutinas pueden ser reconfortantes, pero si es la rutina del domingo tratar de encargarse de la preparación para la semana, cámbiela”.
Si a pesar de tomar estas medidas y de realizar actividades entretenidas el día domingo, que le permitan distraerse, no logra evitar sufrir del síndrome de domingo, los especialistas aconsejan que evalué la permanencia en su trabajo, ya que si no está a gusto a niveles que le traen este tipo de consecuencias, es mejor que empiece a buscar nuevos rumbos.