La amplia entrega de la píldora anticonceptiva, más conocida como la pastilla del día después, a través de los centros de atención primaria de la salud, redujo en aproximadamente un 10% las tasas de morbilidad relacionadas a la interrupción del embarazo.
Este trabajo fue realizado por Damian Clarke, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, junto a la profesora del Instituto de Sociología de la Pontificia Universidad Católica, Viviana Salinas. Por lo demás, fue publicado en la revista científica internacional Demography.
Concretamente, en el período entre 2001 y 2008, año en que el método anticonceptivo comenzó a ser masivamente distribuido en centros de salud, la cantidad de mujeres atendidas por circunstancias asociadas a la interrupción del embarazo se situaba entre 31 mil y 29 mil.
Desde el 2008 en adelante, dicha cifra fue sufriendo una disminución progresiva, llegando a alcanzar los 22 mil en el año 2017.
Clarke, señaló que se utilizaron cifras del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) disponibles hasta el año 2016-2017, con el objetivo de analizar la incidencia de esta pastilla antes de la entrada en vigencia de la Ley de Aborto en tres causales, la cual fue promulgada en septiembre del 2017.
«El impacto de esta norma es muy menor. En 2018, por ejemplo, se registraron 632 abortos por tres causales y se estima que ocurren entre 60 mil y 70 mil interrupciones del embarazo al año en el país», explica el académico, asegurando que es «un número muy bajo en relación a la cifra total de abortos, así que no incidiría de manera importante en las cifras de morbilidad».
Vía Aton Chile.
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