«La electromovilidad genera energías limpias que no arrojan al ambiente partículas contaminantes». Así de simple describe Felipe Cevallos, gerente general de Reborn Electric, lo que significa esta tecnología aplicada al transporte.
Agrega que junto a su socio, Ricardo Reppening, gerente de Tecnología, decidieron crear la empresa en 2016, cuando vieron una oportunidad de negocio al constatar que el Transantiago estaba al final de su vida útil y eran unas 6.000 máquinas que podían reconvertirse «y volver a la vida, ahora, sin contaminar el ambiente».
Ricardo Reppeninng, indica que «los vehículos eléctricos son caros al momento de comprarlos, pero mucho más económicos al momento de usarlos. Con la conversión que nosotros hacemos, no solo están las ventajas del ahorro de operar la máquina, sino que ya no contamina. El costo de operación por kilómetro es de un tercio del gasto de un bus a Diésel», asegura.
Y las cifras lo demuestran: un bus que opere al día unos 200 kilómetros a diésel, general 150 kilos de CO2 diarios, los que se reducen a «0» emisiones al reconvertirse a bus eléctrico.
Felipe Cevallos, complementa señalando que «con el concepto de economía circular nosotros no solo renovamos absolutamente la máquina. La dejamos prácticamente como nueva, con una vida útil de 10 años más».
Empresa opera en Rancagua
Reborn Electric, tiene su planta de 3.000 m2, en Rancagua, donde pueden «revivir» entre 150 a 180 máquinas por año. hoy ya tienen operando 7 buses en Codelco El Teniente, donde cada máquina lleva del orden de 100 pasajeros diarios. Es decir, ya han recorrido 60.000 kilómetros sin problemas.
La visión que tienen, tanto Felipe Cevallos como Ricardo Reppening, es que Reborn Electric pueda desarrollarse prontamente en dos líneas de negocios: la reconversión y la de buses nuevos construidos íntegramente en Chile y que puedan exportarse a países mineros ya que cuentan con excelentes condiciones para trabajar en ambientes de alta salinidad y alta pendiente.
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