El presidente de Cidere, Región de Coquimbo, Francisco Puga, expuso este miércoles ante la Comisión de Minería del Senado, instancia encabezada por la senadora Yasna Provoste y que ha estado recibiendo a diversos actores para avanzar en los análisis del proyecto de Royalty Minero, el cual ya fue despachado por la Cámara de Diputados.
El representante del tejido industrial de Coquimbo resaltó que en esa región se produce una relación virtuosa entre las diferentes actividades productivas, donde conviven el turismo, agricultura, pesca, comercio, educación, energías renovables y, por cierto, la minería. “Históricamente nuestra región tuvo actividad minera de la mano de mediana y pequeña minería, un especial foco en el hierro, así como en la minería no metálica. La actividad minera que se generó en torno a esos minerales produjo más trabajo, ampliando el comercio y desarrollando nuevas relaciones comerciales y políticas con los agentes y marinos de otros países”, sostuvo.
Asimismo, Puga destacó que la actividad minera no se quedó en el pasado y que, hoy, es parte clave del ecosistema regional: “En términos de producción cuprífera, actualmente, Coquimbo es responsable del 7% nacional, con unas 400.000 toneladas de promedio anual. La minería aporta el 25% del PIB Regional, donde 28.600 personas trabajan directamente en ella. Es por lejos la actividad económica que más aporta al desarrollo de la región y las más valorada por sus habitantes”, analizó.
En ese sentido, pidió a los senadores tomar muy cuenta la voz de las regiones a la hora de abordar el proyecto de Royalty Minero que se está discutiendo en el Congreso: “Es urgente evaluar el impacto del nuevo royalty en la minería del país. No se puede legislar a ciegas, especialmente sobre un sector estratégico para el país y las regiones mineras. Es necesario generar nuevos estudios sobre la competitividad tributaria de la gran minería de nuestro país, a ser desarrollados por terceros que den garantía de seriedad e imparcialidad a todos”, manifestó.
Según Francisco Puga, el proyecto de royalty tal como está presentado actualmente pone en riesgo la viabilidad de las mineras actualmente operativas. Mencionó que podría afectar en torno a un 20% de la producción de cobre nacional en forma directa. “Los inversionistas internacionales invertirán en Perú, Australia, Sudáfrica y Estados Unidos, países que tienen royalty similares a los que tenemos hoy en día”.
Añadió que este proyecto va a destruir a la mediana minería que es menos automatizada y afectará directamente a los proveedores, ya que al tener menor utilidad las empresas disminuirán sus costos de producción. “Los gremios de la macrozona norte estamos proponiendo avanzar hacia una comisión de especialistas y técnicos que puedan recoger las visiones de todos los actores para lograr una mejor propuesta que permita, por una parte, alcanzar adecuados objetivos tributarios, y por otra, al mismo tiempo otorgar la necesaria estabilidad que permita la sostenibilidad de la industria, y proyección a los trabajadores, empresas proveedoras, etc.”, concluyó.