Las cifras relacionadas con el bullying en el país son preocupantes. Por ejemplo, en 2018 se realizaron 858 denuncias de violencia física entre estudiantes, lo que equivale a un alza de 24%. Al hablar de maltrato psicológico entre alumnos, el aumento llegó al 21%, con 567 casos.
Un problema que no es nuevo en el país, y por ello se han ido sumando esfuerzos para prevenir estas conductas en los colegios, generando protocolos de denuncia y haciendo partícipe a los niños y jóvenes de campañas a favor de la buena convivencia.
Interesante resulta además, conocer experiencias de otros países en la materia. Por ejemplo, la que vino a exponer a Chile el experto brasileño en bullying escolar, Egidio Trambaiolli. Se trata del ‘Método Looping’, que ya lleva 10 años de aplicación en Sao Paulo y se basa en un modelo de trabajo participativo escolar.
Básicamente consiste en la realización de juegos de roles, en el que participan alumnos, profesores, directivos y apoderados. A través de este juego se simulan agresiones y se puede reflexionar respecto a las consecuencias que genera la agresión –ya sea física o verbal- entre estudiantes.
Para enfrentar el bullying los esfuerzos no deben ser aislados. Por ello, se necesita comprometer a toda la comunidad educativa en una lucha por prevenir que este tipo de conductas se apodere de las salas de clases. Es que ninguna política será totalmente efectiva si no se cuenta con el apoyo de las familias, los apoderados y la comunidad escolar en su conjunto
Un tema que se debe abordar desde la detección temprana, porque una mala convivencia en el colegio puede generar daños que incluso pueden ser irreversibles en los niños y jóvenes: Desde el mal rendimiento académico, pasando por el ausentismo escolar y terminando incluso en desenlaces fatales como hemos conocido en el último tiempo en el país.
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