La transformista Botota Fox se coronó como ganadora del último episodio de Vértigo, donde vivió un emocionante momento tras responder a la pregunta del pueblo, que le consultaron sobre si consideraba que el show de transformismo en Chile es una moda o realmente la sociedad se abriendo a la diversidad.
En ese momento, Botota, comenzó a relatar los cambios que ella misma ha vivido durante los 12 años que lleva haciendo eventos. «Yo empecé en el año 2004 (cuando llegó a Santiago), me pagaron 3 mil pesos en ese entonces, era pobre (ríe). Era difícil en ese tiempo, yo partí vistiéndome con ropa de mi hermano, quería demostrar lo que quería hacer, pero a mis abuelos nunca les conté, recién se están dando cuenta ahora», comenzó relatando.
A continuación, la transformisma señaló que ha sentido un cambio positivo de la gente hacia ella, sobre todo en la calle donde muchas personas se le acercan y le entregan su apoyo. «Cuando eres transformista puedes andar vestido normal en el día. Hay mucha gente que me dice cosas lindas en la calle, las cuales agradezco porque costó mucho. Pero me gustaría que esta diversidad también pasara en la televisión como algo normal, podrían darle cabida a más personas transgénero o de otras diversidades de género», manifestó.
José Miguel Navarrete, quien interpreta a la Botota, recordó los difíciles momentos que vivió cuando llegó a Santiago, con muy pocos recursos. «Llegué a Santiago con dos bolsas de basura. Venía de Los Andes, donde tengo a toda mi familia, mi sueño tal vez no era estar tanto en la tele y tener plata. Quería algo mejor que lo que ofrecía mi ciudad», contó.
Relatando a continuación, uno de los momentos más complicados que le tocó vivir: «Mis inicios fueron mis difíciles, hace 12 años, me asaltaron en una pieza que arrendaba en Franklin. Quedé llorando sólo en calle, no tenía a mi familia, pero al mismo tiempo me dije que un ladrón no me iba a quitar mi sueño, porque he logrado mi propósito»
Tras su relato, Macarena Tondreau, que también estaba como invitada le dedicó sentidas palabras: «Vestida de mujer, me gustaría tener la mitad de los ovarios que tienes tú».
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