Eduardo Berizzo celebrando la copa de campeón del fútbol chileno.
Para nadie es un misterio que el fútbol es la única pasión de Eduardo Berizzo. Al borde de la cancha se transforma en un hincha más. Se enoja, celebra, grita, salta.
Son los pequeños detalles que lo hacen único en su estilo y que permitieron al cuadro celeste conseguir la primera estrella de su historia, al vencer en la Súper Final del Apertura 2013 a Universidad Católica.
De inmediato llegó a Rancagua, el ex seleccionado argentino impregnó un trabajo similar al que desarrollaba Marcelo Bielsa en la selección chilena.
“Cuando llegué a Rancagua señalé que me gustó la idea de transformar a O’Higgins. Desde mi primer día me encantó el proyecto, todo lo planificado, no sólo la infraestructura, sino la idea de transformarnos en un equipo importante. Además, desde mi tiempo en que estaba en la selección siempre me gustó mucho ir a Rancagua, porque la gente vive con mucha pasión el fútbol”, dijo Berizzo.
Berizzo ha demostrado su pasión por el fútbol en cada partido de los celestes.
El estratega destaca que O’Higgins es “un equipo de mucho movimiento y cuando la pelota circula con criterio, lo dejamos sentir. Estoy muy orgulloso de este grupo de jugadores. Todos saben que mi alma está en Newell’s pero mi corazón ya se impregnó de celeste. Creo que la principal virtud de O’Higgins es que es un grupo de futbolistas con un buen cometido, que pelean cada pelota con hambre de triunfo. Estoy agradecido por el grupo de futbolistas y todo esto es para el trabajo silencioso del día a día”.
“Sufro los partidos, lo vivo como si yo estuviera en cancha. Mis jugadores entrenan día a día para jugar de la mejor manera Este es un equipo que aprendió a sufrir. Y también me parece que maduró. Es cosa de ver cómo están enfocados”, dijo.
Sin embargo, el trasandino sabe que en este último tramo del torneo nacional el equipo no ha tenido toda la pulcritud en defensa ni la certeza necesaria frente al arco rival para estar luchando por un inédito bicampeonato.
«Nos ha faltado más profundidad. Eso sí es cierto. Hemos tenido buena elaboración de jugadas, pero nos ha faltado terminarla de manera correcta. Eso se ha visto reflejado en los partidos por Copa Libertadores y en duelos del Clausura, donde hemos dominado en gran parte de los encuentros pero no hemos tenido muchas chances claras para convertir», reflexionó.
Berizzo no quiere hablar de su futuro en O’Higgins, lo que sí tiene claro es que disfruta diariamente en el Monasterio Celeste.
“Esta es una institución fabulosa, desde la dirigencia hasta la señora de la cocina. Para que hablar de su hinchada, es respetuosa, leal y ferviente. Desde el primer día estoy agradecido por todo”.
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