A 2,8% llegó el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) durante noviembre del 2013, según informó el Banco Central.
La cifra es la más baja que se ha registrado durante el año pasado y se situó por debajo de las proyecciones del mercado, que esperaba un incremento de un 3% para el crecimiento del país en el penúltimo mes del 2013.
En su informe, el Banco Central establece que en noviembre hubo «un incremento de la actividad minera», pero que en el período se presenció una «caída de la industria manufacturera y un regular desempeño del comercio mayorista».
A pesar de que la cifra de noviembre viene a confirmar la desaceleración que ha sufrido la economía nacional en la última parte del 2013 y que amenaza con extenderse este año, las expectativas que se han generado en relación al comportamiento internacional, podrían impactar positivamente en la realidad chilena. Tanto los mercados estadounidenses, como el crecimiento chino y europeo deberían surgir nuevamente tras las crisis que los afectó los años anteriores.
“Esperamos mejores noticias de la Eurozona, Estados Unidos y que China recupere sus índices de crecimiento. Es un factor que no depende de nuestro país, pero podría potenciar un crecimiento que nos acercaría más a un 4,5% que a un 4%”, explicó el rector de Santo Tomás Rancagua, Manuel Olmos.
Además, el economista agregó que «igual el país sigue avanzando, pero a menor velocidad. Sin embargo, es preocupante que pese a que crezcamos, la economía no va a tener la solvencia para poder absorber en el mediano y largo plazo a aquellas personas que están accediendo al campo laboral».
Pero la preocupación también radica en el comportamiento del sector energético el próximo año, rubro que posiblemente incidirá negativamente en la toma de decisiones empresariales al momento de invertir en el país.
“Lamentablemente el 2014 también será un año seco; el precio de la energía debería también aumentar y eso es un factor crítico para los futuros proyectos. Si tenemos una energía cara porque no tenemos fuentes principales que sean diferentes al agua o las lluvias, los costos de inversión subirán afectando a la industria”, indicó Olmos.