
En el homenaje del Senado a Roberto Matta estuvo presente la viuda del artista, Germana Ferrari.
Con un reconocimiento a su destacada trayectoria como pintor, filósofo, arquitecto y poeta, considerado un genio en las artes plásticas a nivel internacional, la Sala del Senado rindió un homenaje al artista chileno y Premio Nacional de Artes, Roberto Matta, en el centenario de su nacimiento.
En la oportunidad, asistieron la viuda del artista, Germana Ferrari de Matta –quien entregó simbólicamente al Senado una escultura de bronce del artista, llamada “Aphridionne”, la que llegará al país en los próximos días–, y el embajador de Chile en Portugal, Fernando Ayala.
El presidente de la Cámara Alta, Guido Girardi, agradeció la escultura y destacó que “Matta fue un adelantado en su tiempo, uno de los primeros ecologistas de nuestro país y del mundo. De hecho, en una de sus obras, llamada ‘La Tierra es un Hombre’, de 1941, vemos su preocupación por la vida; él dijo que la tierra se puede enfermar al igual que el hombre y por lo tanto, puede llegar a morir”.
Girardi, recordó que en 2006, el Congreso Nacional aprobó la iniciativa de la Presidenta Michelle Bachelet, que originó la Ley 20.132 para erigir un monumento en memoria de Matta y donde se creó una Comisión Especial de ocho miembros para su consecución y que hasta la fecha no se ha constituido. “Es un obligación del Estado y de nosotros de construir un Museo de Arte Contemporáneo con su nombre. Destaco la iniciativa en este sentido del senador Hernán Larraín”, enfatizó el presidente del Senado.

El Senado rindió homenaje a Roberto Matta y en la oportunidad, la viuda del artista, Germana Ferrari, regaló a la Cámara Alta una escultura del artista.
En el homenaje intervinieron a nombre de las bancadas parlamentarias, los senadores Fulvio Rossi, Francisco Chahuán, Hernán Larraín, Ximena Rincón, Isabel Allende y José Antonio Gómez.
Roberto Sebastián Antonio Matta Echaurren, conocido sencillamente como Matta, nació en Santiago el 11 de noviembre de 1911 y falleció en Civitavecchia, Italia, el 23 de noviembre del 2002. Durante su carrera recibió innumerables reconocimientos a nivel nacional e internacional, entre ellos, el Premio Nacional de Arte en 1990; el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, 1992 y el Praemium Imperiale en la categoría de Pintura en 1995.
Desde la década de 1960 residió en la ciudad italiana de Civitavecchia, realizando viajes esporádicos a Chile. Falleció el 23 de noviembre de 2002.