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Lo que se proyectaba para tres años se completó en apenas diez meses, haciendo realidad el sueño de tener una casa propia.

En comunas como Rancagua y Machalí, donde la demanda habitacional es crítica, las demoras burocráticas se han transformado en un obstáculo permanente. Sectores como la agricultura, la construcción y las energías limpias también sufren las consecuencias de un sistema de permisos que, lejos de impulsar el desarrollo, lo retrasa.

Identifican principales trabas que retrasan avances del Plan de Emergencia Habitacional y acuerdan medidas para agilizar su ejecución.

Cinco proyectos en las comunas de Rancagua, Machalí, Graneros y San Fernando cuentan con cupos disponibles para familias de sectores medios que tengan subsidios sin aplicar. Las iniciativas buscan facilitar el acceso a la vivienda, destacando la importancia de revisar los costos y precios en el mercado inmobiliario.