La ley que prohíbe el uso de teléfonos celulares en las salas de clases comenzará a regir en todos los establecimientos del país a partir de marzo de 2026. La normativa, aprobada por el Congreso y pronta a su promulgación, establece restricciones obligatorias para educación básica y media, además de un conjunto de excepciones y medidas que los colegios deberán implementar desde el inicio del próximo año escolar.
La norma prohíbe el empleo de teléfonos celulares u otros dispositivos de comunicación personal durante las actividades curriculares dentro del aula. El legislador apunta a mejorar la concentración, reducir distracciones, fortalecer la convivencia y limitar efectos asociados al uso intensivo de pantallas, por tanto, los establecimientos deberán si o si actualizar sus reglamentos internos antes de la entrada en vigencia de la nueva normativa.
La ley contempla excepciones específicas, como el uso del celular en situaciones de emergencia, razones de salud acreditadas, actividades pedagógicas previamente autorizadas por el docente y casos de necesidades educativas especiales. En educación media, los colegios podrán definir horarios o espacios controlados donde se habilite su uso, lo que deberá quedar regulado en los manuales de convivencia.
En resumidas cuentas, las familias deberán considerar que, desde marzo, los estudiantes deberán mantener sus dispositivos apagados y guardados durante las clases. Los colegios estarán facultados para implementar sistemas de custodia, restringir el uso en pasillos o recreos según su propio reglamento y aplicar sanciones en caso de incumplimiento, siempre bajo criterios formativos y proporcionales. De esta manera, el Ministerio de Educación emitirá orientaciones adicionales para apoyar la fiscalización.
Para contextualizar los desafíos que implica la medida, algunos establecimientos han aplicado restricciones de manera anticipada. El Colegio Don Bosco de Rancagua mantiene una prohibición total desde 2025. Su directora, Daniela Jaña, señala que la experiencia demuestra que la regulación estricta facilita la convivencia. “Nosotros tenemos la prohibición de usar el teléfono en el colegio, no solo en el aula”, afirmó. Según explica, el uso indiscriminado afectaba el comportamiento social de los estudiantes: “Cuando están los teléfonos en el recreo, no funcionan. Los niños se van en su burbuja”.
Jaña sostiene que la medida fue bien recibida por la comunidad escolar. “Hemos tenido súper buena aceptación con esta medida por parte de todos los estamentos del colegio”, aseguró.
La entrada en vigencia de la ley obligará a todos los establecimientos del país a adecuar prácticas y protocolos. Para padres y estudiantes, el llamado es a informarse y anticipar los cambios que marcarán el inicio del año escolar 2026.






