La Seremi de Educación de la Región de O’Higgins, Alyson Hadad Reyes, se pronunció respecto al incidente de violencia ocurrido el lunes 10 de noviembre en el Liceo Misael Lobos Monroy de Graneros, en el que una estudiante sufrió una descompensación y agredió a docentes, dejando a una funcionaria inconsciente dentro del establecimiento.
Hadad informó que, tras conocer el grave hecho, tomó contacto con el director regional de la Superintendencia de Educación, quien ya se encuentra recabando antecedentes para realizar la investigación correspondiente y determinar las posibles responsabilidades. Además, señaló que se revisarán los protocolos internos del establecimiento para asegurar su correcta aplicación.
“Conversé con la profesora afectada, con el Colegio de Profesores de Graneros y con distintos actores involucrados. Estamos muy preocupados por su bienestar físico y emocional. Es fundamental que la Superintendencia verifique la aplicación de los protocolos y que se tomen las medidas correspondientes”, expresó la autoridad.
La Seremi destacó que toda la comunidad educativa debe asumir la responsabilidad de velar por el bienestar de sus integrantes —profesores, asistentes de la educación y estudiantes— y recordó la existencia de un proyecto de ley de convivencia educativa, el cual busca fortalecer las relaciones dentro de los establecimientos y garantizar ambientes seguros para todos.
Consultada por la Ley de Aula Segura, Hadad explicó que su aplicación depende de un debido proceso y que cada caso debe analizarse individualmente. “No existe una fórmula estandarizada, porque tratamos con personas. Cada situación debe ser estudiada por el sostenedor y la dirección del establecimiento”, señaló.
En relación con la estudiante involucrada, quien presenta un diagnóstico dentro del espectro autista, Hadad precisó que no se le puede negar el derecho a la educación y que los establecimientos pueden aplicar flexibilizaciones académicas y adecuaciones curriculares según cada caso particular.
Finalmente, la Seremi informó que se activará un acompañamiento psicosocial a través del Departamento Provincial de Educación (DEPROV), con apoyo de un equipo interdisciplinario y una red de servicios especializados. “Este tipo de hechos afectan a toda la comunidad educativa, por lo que se desplegará un trabajo de contención y apoyo para todos los involucrados”, concluyó.
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