El Monasterio Celeste de O’Higgins se prepara para convertirse en uno de los centros de entrenamiento más importantes del Mundial de Fútbol Sub 20. El recinto albergará durante seis días a la Roja juvenil, dirigida por Nicolás Córdova, y también recibirá a cuatro selecciones extranjeras que competirán en la sede de Rancagua: Francia, Estados Unidos, Sudáfrica y Nueva Caledonia.
Preparativos de un año
El gerente general de O’Higgins, Ricardo Boudon, explicó que el club ha trabajado con anticipación para dejar las instalaciones a la altura del torneo. “Los trabajos que hemos realizado ha sido durante bastante tiempo, ya casi un año, donde hemos buscado nivelar la cancha y tener los estándares que nos pide la FIFA para este evento”, señaló.
El directivo detalló que el campo de juego recibió mantenciones permanentes. “La cancha se ha trabajado desde aspectos técnicos, hacerles aireación, sobresiembra, fertilizaciones, etc. Hay una serie de trabajos que se han ido haciendo mes a mes para poder lograr tener el nivel de superficie que se requiere”, añadió.
Un recinto con historia de selección
Boudon recordó que no es la primera vez que el Monasterio recibe a una selección nacional. “Hemos invitado a la selección chilena sub-20 a estar acá en nuestro recinto, al igual que lo hicimos en el 2015 con la selección adulta para la Copa América, que también creo que fue parte de una buena energía que les brindamos de acá”, comentó.
El complejo de Requínoa cuenta con canchas de entrenamiento de primer nivel, gimnasio, hotel y espacios de alimentación. Todo esto estará a disposición tanto de la Roja como de las delegaciones extranjeras. “Las condiciones que van a estar tienen el hotel a disposición, alimentación, las canchas, gimnasio y todas las instalaciones del monasterio para ellos, porque creemos que es necesario que puedan entrenar en un recinto como este y a disposición para que puedan lograr su máximo rendimiento”, explicó.
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