No hay duda alguna, los tiempos actuales nos entregan beneficios que son de total utilidad para los seres humanos, existiendo numerosos ejemplos que ratifican dicha aseveración.
Uno de ellos son las comunicaciones, las que han llegado a un nivel difícilmente imaginable tan solo unos años atrás.
La internet se ha convertido en el medio por el cual nos enlazamos y unimos con los demás seres humanos, dentro y fuera de las fronteras del país donde vivimos, lo que nos convierte en un instrumento más de la globalización.
Nadie niega su utilidad, como tampoco los beneficios que nos otorga, pese a que subyacen algunos aspectos que son a todas luces cuestionables, como su utilización maliciosa.
Hace unos días, escuché en una radio emisora, que el utilizar el engaño en redes sociales era algo no solo esperable, sino además normal, por lo que había que acostumbrarse.
Peor aún, coincidían en ello varias personas que participaban en el programa, apoyando dicha posición sin la menor duda.
Puede que junto a las mencionadas existan otras personas que opinen similar, lo que no le da en absoluto la razón a los que así piensan.
Después de lo mencionado la pregunta es obvia, ¿qué valor o injerencia tiene lo antiguo en el tema que hemos tocado en estas líneas?
Pues aporta algo que al parecer muchas vece se olvida, algo tan sencillo como la ética, la que era en el pasado tan importante que se enseñaba y al parecer hoy no se hace, o sí se realiza, no tiene mucha injerencia en quienes la estudian.
Siendo la ética un conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida, debiera estar presente también cuando se utiliza Internet para desprestigiar o dañar intencionalmente a otros seres humanos.
Si lo hiciéramos respetando dicha ética, podríamos mejorar las relaciones humanas, demostrando honestidad, decoro, decencia, rectitud, honradez e integridad, elementos todos que solo pueden ser utilizados por los seres humanos y que pese a ello, son en más ocasiones que las deseables, simplemente olvidados.
Si señor, no es, ni puede ser normal y aceptable que se utilice la mentira en redes sociales, cualquiera sea el fin que se pretenda alcanzar.
Ello por cuanto al hacerlo, se engaña, se inventan aspectos que nunca existieron y se falsea la verdad.
El pasado una vez más concurre en nuestro apoyo, de él podemos y debemos extraer la experiencia que nos permita enmendar el rumbo, utilizando esas en apariencia viejas herramientas del buen vivir, como la ética.