El invierno en la zona centro-sur del país se ha presentado con un comportamiento irregular: Días soleados, heladas nocturnas y lluvias intermitentes que no logran superar el promedio histórico. En un escenario marcado por la crisis climática, la llamada “normalidad” de las estaciones del año ya no se ajusta a los patrones habituales.
De acuerdo con Javiera Rocha, directora del Programa de Sustentabilidad de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), esta situación responde a una fase de transición hacia condiciones neutras del fenómeno ENSO (“El Niño-Oscilación del Sur”), luego de un largo periodo dominado por “La Niña”.
“Estamos saliendo de una etapa prolongada de La Niña, que estuvo asociada a sequías y bajas temperaturas, y avanzamos hacia un escenario más neutro. Pero eso no significa estabilidad: La crisis climática ha alterado los patrones habituales”, explicó la especialista.
La variabilidad ha intensificado la frecuencia de fenómenos extremos. Episodios de lluvias que antes ocurrían una vez cada varias décadas ahora pueden repetirse en lapsos más breves. A ello se suma la ausencia de transiciones graduales entre estaciones, lo que vuelve más difícil anticipar el clima.
Para lo que resta de invierno, se proyectan mañanas con mínimas bajo cero en sectores interiores y precordilleranos, acompañadas de precipitaciones ocasionales y concentradas en pocos días. En este contexto, las autoridades meteorológicas advierten que la acumulación de agua caerá muy por debajo de un año lluvioso.
Rocha también subrayó que los daños derivados de temporales e inundaciones no dependen únicamente del clima, sino de las decisiones humanas: “Necesitamos planificación territorial, infraestructura adecuada y memoria histórica. No podemos seguir construyendo donde ya sabemos que el agua va a pasar”, advirtió.