Tras la llegada del invierno y sus desafíos para las familias más vulnerables de la región, el Consejo Regional de O’Higgins (CORE) ha aprobado de forma unánime la iniciativa para brindar apoyo alimenticio e higiénico a miles de personas en la región.
La moción, presentada por la Fundación Cáritas y Acción Social de la Diócesis de Rancagua, representa un salvavidas para quienes enfrentan el inclemente frío y la escasez de alimentos.
El proyecto, con una inversión de más de 162 millones de pesos provenientes del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), tendrá una duración de cuatro meses. Su objetivo principal es la distribución de aproximadamente 200.000 raciones de alimentos a través de comedores y ollas comunes.
Nueve comunas de la Región de O’Higgins se verán directamente beneficiadas por esta iniciativa: Chimbarongo, Santa Cruz, San Fernando, Machalí, Rengo, Requínoa, Rancagua, Graneros y Quinta de Tilcoco.
El Consejero Regional José Ignacio González agradeció a «quienes participaron en la iniciativa, Cáritas, la Diócesis de Rancagua y especialmente a mis colegas que votaron de forma unánime la aprobación, lo que dará un gran respiro a muchas familias que lamentablemente no tienen cómo satisfacer sus demandas de alimentos».
Compromiso de Cáritas
César Morales, Secretario Ejecutivo de la Fundación Cáritas y Acción Social de la Diócesis de Rancagua, compartió la magnitud del compromiso que asume la institución. Morales enfatizó que el mayor beneficio se centrará en «las familias que necesitan apoyo alimentario, incluyendo personas cesantes, adultos mayores solos, migrantes, y cualquier persona con una necesidad alimentaria puntual». La visión de Cáritas es clara: «entregar dignidad y ayuda» a quienes se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad.
La estrategia de distribución se basará en la operación de 45 comedores en la región. Estos comedores serán los encargados de proveer productos esenciales y de alto costo, como proteínas, carnes y aceite, a las ollas comunes de las nueve comunas beneficiadas.
Morales aseguró la total garantía de una implementación adecuada, dada la reputación y «mucho prestigio a nivel nacional» de Cáritas. Su rol como Secretario Ejecutivo implica la coordinación y la responsabilidad administrativa final de la institución en relación con los diversos programas.
Un pilar fundamental para la ejecución de este proyecto será el voluntariado, que asumirá la mayor parte de la distribución y el funcionamiento de los comedores, complementado por el apoyo de solo tres profesionales remunerados. Este esfuerzo conjunto es un claro testimonio del poder de la colaboración y la solidaridad para enfrentar los desafíos más apremiantes de la sociedad.