La pregunta está sobre la mesa, tras la nueva cifra de pobreza situada en un 22,3% muy por encima del 6,5% arrojado por la encuesta Casen del año 2022. “La pobreza es un fenómeno dinámico, es decir, en la medida en que los países van desarrollándose, el concepto de pobreza va variando”, explica en primera instancia, el economista Hernán Vega.
Porque no es que la pobreza se haya disparado en el país, es que la metodología de medición es diferente, de hecho el 22, 3% es en base a la misma Casen.
“A mayor desarrollo tenemos metodologías más exigentes, de manera que reflejen realmente los nuevos estándares o los verdaderos estándares de vida en cada uno de esos países”, complementa el experto.
Este nuevo índice es resuelto por la Comisión Asesora Presidencial de Expertos para la Actualización de la Medición de la Pobreza, con un enfoque distinto al utilizado actualmente. De hecho, bajo esta nueva mirada los resultados de la Casen de 2017 (8,7%) y 2020 (10,8%), estas se actualizan a un 24,2% y 32,2%, respectivamente.
“Tradicionalmente la línea de la pobreza se ha medido como el establecimiento de un umbral en términos de costos de una canasta básica de bienes. Y en los hogares los ingresos debieran alcanzar un mínimo para que superen esa canasta de bienes en términos de poder financiarla”, sostiene Vega.
Explicando que “se trata de una metodología más compleja, que incorpora nuevas categorías, educación, salud, de manera que establece índices que hacen que la pobreza vaya variando para establecer realmente quién es pobre y quién no es pobre”.
“Entonces la vara se sube para establecer el índice de pobreza o la línea de la pobreza. Desde el punto de vista metodológico, si se hubiera aplicado esta misma metodología con efecto retroactivo años atrás, igual en este país habría ido bajando la pobreza, pero estaríamos en un nivel más alto”, precisó Hernán Vega.
Uno de los cambios en la medición es lo que ocurre con la canasta básica, que en la medición tradicional de la pobreza se considera como requerimiento la ingesta de 2.000 calorías diarias por persona, pero que de acuerdo a la comisión este parámetro es inferior al realmente requerido, ya que más allá de la cantidad de calorías es la calidad nutricional de los productos.
Además sugieren que se incluyan seis nuevos indicadores: aprendizaje (nivel educacional), asistencia a controles preventivos (enfocados en menores de 9 años), dependencia funcional, labores de cuidado (que impiden que un integrante de la familia tenga ingresos), asequibilidad (destinar más del 30% de los ingresos a arriendo o dividendo) y conectividad regional.
Región de O’Higgins
Si bien los índices de pobreza bajo la nueva metodología no tienen una bajada regional, O’Higgins en la pasada encuesta Casen 2022 registró una incidencia de pobreza en la población de 7%, ubicándose al mismo nivel que el promedio nacional que fue de 6,5%.
Si se mantuviera un resultado regional parecido al nacional, homologando a las cifras actuales de 22,3% que es básicamente un cuarto de la población, del cerca de millón de habitantes que tiene la región, cerca de 200 mil personas podrían estar bajo la línea de la pobreza.