En el barrio antiguo de Rancagua existe una peluquería que conserva intacto el oficio, la tradición y el carisma que la hicieron destacar desde sus inicios. Se trata de Peluquería Orly, ubicada en calle Diego Portales 385 y liderada por Luis Alberto Díaz Jerez, nacido en Coinco, pero avecindado hace décadas en la capital regional, donde ha ejercido la barbería durante más de 70 años.
Hoy, a sus 87 años, don Luis sigue trabajando con la misma dedicación que lo ha caracterizado desde que abrió sus puertas. “Cortando bien, siendo ordenado, como hay que ser siempre: preocupado”, resume él mismo al explicar el secreto para mantenerse en pie por tanto tiempo en el rubro.
La fidelidad de sus clientes, dice, se ha construido con constancia y entrega. “Cada día que uno va trabajando va adquiriendo clientela y va manteniéndose. Todo eso influye con lo que uno sabe hacer”, comenta.
Una barbería que resiste
A pesar de los cambios de moda y las nuevas tendencias en corte y estilo, Orly conserva aún su tan especial esencia. “Siempre llevamos el mismo estilo, mejorando un poco, a lo que viene actualmente. Siempre hay que estar vigente”, dice don Luis.
Su éxito se basa en la impecable calidad del servicio y en la relación que mantiene con sus clientes, varios de ellos habituales por años. Uno es Darío Palma, quien también ejerce el oficio y comparte los servicios en el mismo local: “Aquí entre nosotros también nos cortamos el pelo, se hacen los servicios de peluquería y barbería mutuamente”, señalan entre risas.
«Una esquina de historias compartidas entre tijeras, navajas y conversación». Así la definen sus fieles clientes, los cuales año tras año vuelven a este pequeño espacio de historia rancagüina.
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