La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) ha generado un debate encendido en diversos ámbitos, y la educación no es la excepción. Julio Vera Royo, director y sostenedor del Colegio Hans Christian Andersen de San Fernando, comparte su visión sobre cómo esta tecnología está impactando el panorama educativo y los desafíos que plantea para las instituciones.
Julio Vera confiesa que la llegada de la IA los ha tomado por sorpresa, a pesar de que no es un fenómeno completamente nuevo para él. «Hace tres años o más, una estudiante me dijo que su trabajo estaba bueno porque había ocupado la IA. Allí supe que se podía hacer eso y ahora este año he sabido todo lo otro que se puede hacer», comenta, evidenciando una curva de aprendizaje acelerada en torno a las capacidades de esta tecnología.

Un desafío para profesores y el Ministerio de Educación
Una de las principales preocupaciones del director radica en la falta de preparación de los docentes y la ausencia de directrices por parte del Ministerio de Educación. «Nosotros como colegio no hemos hecho nada. No nos hemos preocupado. Ahora me deja una preocupación de verdad porque el Ministerio de Educación no ha entregado nada», afirma Vera Royo, subrayando la necesidad de una hoja de ruta clara para abordar la IA en el ámbito escolar.
Para el profesor de lenguaje, el uso de la IA en los trabajos académicos presenta un dilema significativo. «Si los trabajos los hacen en la casa, lo más probable es que no los hagan ellos. Si los trabajos los hacen en el colegio, tienen que ser con la pauta que tiene el profesor de evaluación en el proceso e ir chequeando el proceso y entonces no va a evaluar algo que se hizo fuera del aula. Esa es la idea», explica, proponiendo una estrategia para mitigar el uso no supervisado de la IA.
La IA: ¿Un retroceso en el desarrollo humano?
Vera Royo traza un paralelismo entre la IA y la irrupción de los computadores y tablets, argumentando que, si bien son herramientas útiles, también han generado un «daño» en el desarrollo de ciertas habilidades. «Los computadores y las tablets, y todo lo que es teclado, ha limitado nuestra escritura manual. Y por lo tanto, hoy día los niños y los estudiantes en general, las nuevas generaciones, casi no hacen caligrafía», lamenta.
El director va más allá, señalando que la dependencia de la tecnología, incluida la IA, podría estar «achicando nuestras competencias». Recuerda con nostalgia los tiempos en que se realizaban cálculos mentales y se apreciaba la escritura manual, experiencias que considera fundamentales para el desarrollo cognitivo y la creatividad.
«La Inteligencia Artificial en sí, yo encuentro que puede ser una ayuda muy interesante, como lo fueron en su momento los computadores. Pero pensemos en el daño que hicieron los computadores», reflexiona. «Con la IA es terrible».

La importancia del trabajo en el aula y la conexión con la realidad
Para Julio Vera Royo, la clave para enfrentar la IA en la educación reside en la revalorización del trabajo en el aula y la guía del profesor. «Los trabajos no se pueden hacer en la casa y tienen que entender de una vez por todas las profesoras que el trabajo de aprendizaje se desarrolla en el aula con su guía, asistencia y apoyo. Si no, es imposible», afirma con convicción.
Además, el director destaca la dificultad de conectar a los niños de hoy con sus emociones y la realidad, debido a la inmersión en un mundo digital. «Su vida es mirar la pantalla, su vida es estar conectado con no sé, otras realidades… pero a veces si no les gusta mucho la realidad que tienen acá que les entrega el internet», señala. A pesar de las preocupaciones, Vera Royo concluye que la tecnología es buena para la educación «cuando uno sabe usarla y tiene los valores, digamos, la parte ética clara para utilizarlo».