Club Deportivo Cultural Doñihue se sumó a las palabras de despedida por el fallecimiento de Manuel González Pávez, exjugador de la institución y reconocido rescatista de Codelco, quien fue el primero en descender a la mina San José y el último en salir durante el histórico operativo de 2010.
A través de un mensaje publicado este domingo, el club expresó su profundo agradecimiento por haber contado con “Manolo” entre sus filas: “Nos sentimos privilegiados como institución por haber contado con la participación de ‘Manolo’ durante un valioso tiempo, en el cual no solo aportó como futbolista, sino como persona, enseñando la sencillez de los grandes y la disponibilidad para servir al equipo en el lugar que fuera necesario”.
De las canchas de Doñihue al rescate que conmovió al mundo
Antes de alcanzar notoriedad nacional e internacional por su rol en el rescate de los 33 mineros atrapados en Atacama, González fue futbolista profesional, con pasos por O’Higgins de Rancagua entre 1982 y 1985. Tras vivir en Arica, comenzó su carrera en minería en los años 90, donde se formó como brigadista voluntario en División El Teniente de Codelco.
El 13 de octubre de 2010, fue elegido para bajar en la cápsula Fénix 2 hasta los 622 metros de profundidad de la mina San José, donde se encontraban los trabajadores atrapados desde agosto. A ellos les transmitió calma y ánimo, con una frase que más tarde relató en una entrevista: “Ustedes tienen la escoba allá arriba. Hay muchas personas pendientes de ustedes y cuando salgan seguramente se van a encontrar con miles de flashes”.
Ese mismo día, junto a otros cinco rescatistas, González inspeccionó el estado de los mineros y encabezó el protocolo de salida. Fue también el último en abandonar la mina, sellando una hazaña que dio la vuelta al mundo.
Un legado que permanece
El Club Deportivo Cultural Doñihue recordó también el impacto que dejó más allá de la cancha y del operativo de rescate: “Manolo trascendió más allá de sus capacidades deportivas, siendo muy reconocido como un caballero y respetuosa persona. Para nosotros que compartimos camarín con él, partidos, y tantos momentos que están alrededor de una pelota de fútbol, por siempre estará en los recuerdos y pensamientos de cada uno de nosotros”.
“Nos quedamos con el recuerdo de su calidad de persona, que trascendió por su generosidad y preocupación por los demás”, concluyó la institución.
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