El municipio de Rancagua ordenó la clausura del local nocturno Hopfen la noche del viernes, luego de detectar la venta de alcohol sin patente en una reciente fiscalización. El recinto, emplazado en pleno centro de la capital regional, operaba sin los permisos necesarios, lo que se sumó a un preocupante episodio de violencia ocurrido días antes en las inmediaciones del lugar.
La fiscalización, realizada por funcionarios municipales, permitió constatar que Hopfen no contaba con la patente de restaurante vigente y que expendía bebidas alcohólicas sin autorización legal. Tras levantar el acta correspondiente, se procedió a dictar el decreto de clausura, el cual fue ejecutado en un operativo conjunto con Carabineros.
Durante el procedimiento, efectivos policiales brindaron apoyo para asegurar el orden público y garantizar una intervención segura. Desde la municipalidad señalaron que este tipo de acciones se enmarcan en una política de fiscalización más estricta, enfocada en la protección de los espacios públicos y la seguridad ciudadana.
La clausura se concretó pocos días después de que una balacera frente al mismo local dejara a cinco personas heridas, hecho que causó alarma en la comunidad y llevó a las autoridades a actuar con celeridad. Los heridos fueron trasladados al Hospital Regional de Rancagua y el caso sigue siendo investigado.
El alcalde Raimundo Agliati destacó la medida y subrayó el compromiso del municipio con el bienestar de los vecinos. “Nuestro objetivo es devolverle la tranquilidad a la ciudad. No vamos a permitir que locales que incumplen la normativa o ponen en riesgo la seguridad de las personas sigan operando”.
Asimismo, se anunció que las labores de fiscalización continuarán intensificándose, especialmente en el centro de Rancagua, como parte del plan municipal de recuperación de espacios públicos y control en zonas críticas.