Con emoción y gratitud, la Iglesia recibió esta semana la noticia de que el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce las virtudes heroicas de Antoni Gaudí, célebre arquitecto catalán conocido como el “arquitecto de Dios”. Desde ahora, Gaudí es oficialmente “venerable”, primer paso hacia su beatificación y canonización.
Creador de la majestuosa basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, Gaudí vivió su fe con profunda humildad, convencido de que su arte debía ser un canto a la gloria de Dios. Su vida austera, su amor por la naturaleza, su espiritualidad franciscana y su devoción mariana marcaron una obra arquitectónica única, que sigue evangelizando con belleza.
En Chile, esta noticia resuena con fuerza en Rancagua, donde la Corporación Gaudí de Triana impulsa la construcción de la capilla Nuestra Señora de los Ángeles, diseñada por el propio arquitecto y cedida en 1922 al padre franciscano Angélico Aranda. Será la única obra de Gaudí construida fuera de España, y se emplazará en el Parque Cataluña, en un espacio de 14 hectáreas.
La capilla, de 10×10 metros en planta y 30 metros de altura, será un lugar de encuentro espiritual, un símbolo de perdón y reconciliación, inspirado en la Porciúncula de Asís. “La declaración de venerable nos llena de alegría y nos da nuevas fuerzas para avanzar”, destacó Beatriz Valenzuela, secretaria ejecutiva de la Corporación Gaudí.
Más que un proyecto arquitectónico, la capilla será parte de un centro cultural y espiritual para la ciudad y el mundo, donde se buscará descubrir la belleza en lo cotidiano y profundizar en el sentido cristiano de la vida.
Así, desde Barcelona a Rancagua, el legado de Gaudí nos invita a contemplar a Dios en la belleza, la creación y el arte, recordándonos que la fe también se construye, piedra a piedra, con amor y esperanza.
Comentarios
Noticias recientes
Más Leídas