Ante el reciente asesinato de un matrimonio en Graneros y el clima de inseguridad que afecta a la sociedad, Monseñor Guillermo Vera, Obispo de Rancagua, ha expresado su profunda preocupación e hizo un llamado a la paz, la confianza y la responsabilidad compartida entre autoridades y ciudadanos para enfrentar esta crisis.
“Todos estamos impactados por el asesinato de un matrimonio muy cerca nuestro, en Graneros. La violencia e inseguridad que vemos o escuchamos en los informativos está también cerca. Ante esta realidad, crece entre nosotros la desconfianza y el miedo, sentimientos que pueden hacer surgir más violencia o llevarnos a un aislamiento que nos asfixia”, señaló Monseñor Vera.
En su mensaje, el Obispo de Rancagua enfatizó la necesidad de que las autoridades actúen con prontitud, profesionalismo y decisión para garantizar un ambiente de mayor paz y esperanza. Al mismo tiempo, destacó el rol de cada ciudadano en la construcción de una sociedad más pacífica, instando a evitar palabras y gestos agresivos que pueden generar más violencia.
“La paz y tranquilidad verdaderas serán siempre fruto de la justicia, y ésta se logra con decisiones generosas y valientes que hagan sentir a cada persona que su dignidad es respetada, que cada persona es valiosa”, expresó Monseñor Vera, citando al profeta Isaías y a San Francisco de Asís como inspiración para avanzar hacia una convivencia basada en el respeto y la solidaridad.
Monseñor Vera concluyó su llamado exhortando a la unidad y la acción conjunta para que la violencia, el miedo y la muerte no tengan la última palabra: “Que las autoridades hagan lo suyo y cada uno de nosotros hagamos lo nuestro, en nuestras familias y ambientes donde nos movemos, para que la violencia, el miedo y la muerte no tengan la última palabra. ¡Señor, danos la Paz!”.