PUBLICIDAD

El derecho a cuidar y ser cuidado: El testimonio de las cuidadoras en la Región de O´Higgins


En Chile, miles de mujeres dedican su vida al cuidado de familiares sin contar con un sistema de apoyo robusto. La Asociación Yo Cuido trabaja para visibilizar su realidad y exigir que el cuidado sea reconocido como un derecho.

JUEVES, 6 DE MARZO DE 2025
PUBLICIDAD
Publicado por

David Pellizzari



Por Ingrid Torrealba

Cuidar es probablemente uno de los más significativos actos de amor que un ser humano puede realizar, implica una renuncia incluso a los instintos básicos de auto conservación y, en algún sentido define a la mujer, pues casi la totalidad de quienes ejercen esa labor en Chile lo es.

En el contexto de la conmemoración del día internacional de la mujer, vale la pena revisar una labor que las mujeres han abrazado históricamente y que implica una limitación a sus aspiraciones y anhelos, a su profesión, a su realización profesional, a la continuación de sus carreras, y que, sin embargo, realizan con dedicación y profundo amor.

En nuestra Región son 10.046 personas con credencial de cuidadoras, cifra que recae mayoritariamente en mujeres según datos recientes, un número que apenas refleja la realidad de un trabajo silencioso y no remunerado. María Eugenia, directora nacional de la Asociación Yo Cuido, destaca la importancia de reconocer este rol: «Es fundamental que las cuidadoras se inscriban en el Registro Social de Hogares para acceder a la credencial, que les otorga atención preferente en salud, además de otros importantes beneficios».

Pabla Quiroga y Cherie Fredes son parte de esta realidad. Pabla, de la comuna de Codegua cuida a su esposo desde hace 15 años tras un accidente laboral. «Nosotros no tuvimos hijos, pero siempre fuimos cómplices. Tras su accidente, me convertí en su madre. Tuve que enseñarle a caminar, vestirse, comer. Es como haber tenido un hijo que la vida me entregó de golpe», relata.

Cherie, por su parte, cuida a su hija Ágata de 21 años, quien, tras un tratamiento por un tumor cerebral y producto de secuelas asociadas a este diagnóstico, quedó postrada. «Uno vive el día a día sin mayores proyecciones. Un día está todo bien y al siguiente hay que correr al hospital. Es agotador, pero es mi decisión acompañar a mi hija hasta que Dios lo permita», comparte.

El cuidado constante implica una gran carga emocional y física. «Muchas veces me sobreexigía, hasta que comprendí que también debo permitirme estar mal», dice Cherie. «Si yo estoy bien, mis hijos también lo estarán».

Para María Eugenia, la lucha no es solo individual, sino colectiva. «Antes de Yo Cuido, muchas mujeres vivían esta realidad en soledad. Hoy nos agrupamos, nos contenemos y luchamos juntas». A pesar de los avances, aún queda mucho por hacer. «Apuntamos a que cuidar sea una decisión, no una imposición. Y que quienes elijan hacerlo, cuenten con una red de apoyo».

Este jueves se lanzará el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados, una política que busca fortalecer la red de asistencia a cuidadoras. «El tiempo es lo que nos falta, y el Estado debe garantizar que no estemos solas», concluye María Eugenia. La lucha por el reconocimiento del cuidado como un derecho continúa.


PUBLICIDAD
Comentarios

Cargando...

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
Loading...

Tipógrafo Radio
El Tipógrafo Radio | - 98.9 Rancagua y alrededores