En un fallo unánime, el tribunal integrado por los magistrados Felipe Cortés Ibacache, Sergio Allende Cabeza y Yésica Hidalgo Parra condenó a Jordán Ademar Yepsen Pavez a 10 años y un día de presidio efectivo, junto con la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos y derechos políticos, además de otras restricciones legales.
Los hechos ocurrieron el 18 de enero de 2024, alrededor de las 08:00 horas, en la intersección de las calles Santa María y Aurora, en Rancagua. Según se acreditó en el juicio, Yepsen Pavez se acercó a la víctima, identificada con las iniciales A.M.O.M, exigiéndole dinero. Ante la negativa, el condenado sacó un cuchillo y amenazó diciendo: “Pásame la plata o si no te pego dos puñaladas”. La intimidación llevó a la víctima a entregar $50.000, tras lo cual el imputado huyó del lugar.
El tribunal, tras comprobar los hechos más allá de toda duda razonable, ordenó también que Yepsen Pavez se someta a la toma de muestra biológica para su incorporación en el registro nacional de ADN de condenados. Además, se decretó el comiso del arma blanca utilizada en el delito.