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¿Qué cuidados necesitan los alimentos en verano? Experta entrega recomendaciones


Las altas temperaturas desafían el almacenamiento y buena mantención de los alimentos. Por eso, es vital conocer las necesidades particulares de cada producto y organizarse en el hogar para, por una parte, no desperdiciarlos y, por otra, cuidar nuestra salud y no ingerir productos contaminados o descompuestos.

MIÉRCOLES, 15 DE ENERO DE 2025
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Publicado por

Javier Celis



Una mala administración de los alimentos en verano puede implicar el desperdicio de estos, con la pérdida de dinero que significa aquello para las personas -sobre todo considerando la importante alza del costo de la comida en los últimos años- y de los recursos que se utilizan en su producción y comercialización.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de un 10% de la población mundial padece alguna Enfermedad de Transmisión por Alimentos (ETA). Si bien son muchas las causas que generan este tipo de intoxicaciones alimentarias, éstas son mucho más recurrentes cuando hace calor y los alimentos no mantienen una apropiada cadena de frío.

“Es por esto que es tan importante manipular y almacenar correctamente los alimentos que pronto se consumirá, manteniendo siempre la cadena del frío para evitar que estos eventualmente se deban descartar”, explica Elena López, cofundadora y COO de Cheaf (app que permite rescatar comida en supermercados antes de ser desechada).

Asimismo, agrega que la organización y planificación de las compras también es clave en ello: “Es evidente que en los hogares tenemos limitaciones (el espacio disponible en el refrigerador o congelador, por ejemplo) para poder almacenar correctamente los alimentos. Por esto es tan importante que podamos planificar nuestras compras considerando lo que vamos a consumir cada día, así como la duración y necesidades de almacenamiento de los alimentos que estamos adquiriendo”, señala.

Es clave entender que, para muchos alimentos, las temperaturas bajas provocan que los agentes biológicos patógenos desaceleren o detengan su proceso, lo que permite que los alimentos -ya sea crudos o recientemente cocidos- se puedan mantener en excelente estado más tiempo.

“La tecnología ha evolucionado mucho en el último tiempo: hace años era imposible pensar en meter comida recién cocinada y caliente al refrigerador, lo que provocaba la pérdida y/o descomposición de los alimentos que se cocinaban y no se consumían (como las carnes, pastas o el arroz). Sin embargo, hoy es posible guardar comida caliente en los refrigeradores sin dañarlos”, aclara López.

Consejos para cuidar los alimentos en verano

–       Lavar todos los productos antes de almacenarlos. Los alimentos (sobre todo frutas y verduras, pero también algunos envasados) suelen traer patógenos, bacterias o, incluso, productos químicos. Por eso, es vital lavarlos apropiadamente. Diversos expertos recomiendan la limpieza profunda de frutas y verduras con agua, vinagre y bicarbonato, por ejemplo.

–       Mantén los alimentos calientes cuando serán consumidos prontamente. Un estudio de la Agencia Chilena para la Inocuidad y Calidad Alimentaria (Achipia) reveló que es necesario mantener una temperatura mínima de 60°C en todas las partes del alimento durante su mantenimiento en caliente, con el fin de garantizar su inocuidad, y cuestionan la eficacia del almacenamiento sin control de temperatura por un máximo de cuatro horas.

–       Refrigera rápidamente. La temperatura ambiente provoca que las bacterias y microorganismos proliferen; por esto es clave poder refrigerar apenas sepamos que raciones no serán consumidas en el momento.

–       Conoce las cualidades de cada alimento. No todos los alimentos necesitan los mismos cuidados: el tipo de almacenamiento (en refrigerador, en lugares frescos, en la oscuridad, etc.) varían según cada tipo de alimento, y lo mismo ocurre con sus procesos de refrigeración y congelación una vez cocidos. Es importante entender que cada alimento tiene necesidades distintas… Así se podrán evitar tanto el desperdicio de ellos, como malestares o enfermedades graves por su ingesta.

–       Planificar. La clave de la organización de alimentos y evitar su desperdicio es, por sobre todo, planificar. “Una vez que las familias entienden sus lógicas de consumo, pueden cocinar las raciones justas y comprar cada tres o cinco días los productos necesarios para cada comida. De este modo, no perderán dinero en alimentos que terminan en la basura, ni espacio de almacenamiento en sus hogares”, puntualiza la cofundadora de Cheaf.


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