En un contexto marcado por la desconfianza hacia las autoridades locales y una profunda crisis interna en la Municipalidad de Rancagua, el candidato a alcalde Raimundo Agliati ha hecho de la recuperación de la confianza uno de los pilares centrales de su campaña. «Hoy día la gente, los rancagüinos, lo que esperan o lo que ven en uno es esa luz de esperanza para poder retomar el camino de la ciudad», afirmó Agliati, subrayando que, de ser electo el próximo 27 de octubre, su prioridad será restablecer la credibilidad tanto dentro como fuera del municipio.
Agliati no evade el diagnóstico complejo. Para él, el desorden institucional ha afectado gravemente a los funcionarios municipales, quienes, según sus palabras, «han perdido la confianza y están asustados». En ese sentido, el candidato se comprometió a ser un líder que devuelva la tranquilidad a los trabajadores municipales, garantizando que «se avanza en proyectos y se ordena la ciudad».
Uno de los sectores más golpeados ha sido la salud. Agliati explicó que los problemas de falta de insumos y equipos han hecho que los centros de salud familiar (Cesfam) de la comuna se encuentren en una situación crítica. «Los funcionarios están desesperados, son la primera línea que enfrenta la falta de insumos, de medicamentos. A pesar de todas las adversidades, ahí están luchando», destacó el candidato, quien añadió que parte de la solución pasa por restablecer el liderazgo en la gestión y optimizar el uso de los recursos públicos.
«No tenemos una varita mágica de recursos»
El candidato reconoció que las expectativas de la ciudadanía deben ser gestionadas de manera realista. «Efectivamente, no porque asuma un nuevo alcalde automáticamente se resuelve todo mágicamente», afirmó Agliati, haciendo hincapié en que algunos problemas, como los de salud y educación, requerirán soluciones a largo plazo. Sin embargo, aseguró que se podrán realizar avances en otras áreas prioritarias, como la conectividad y el desarrollo de infraestructura deportiva, si se gestiona adecuadamente el municipio.
En cuanto a la conectividad, Agliati enfatizó que uno de los desafíos clave será abordar el colapso en el sector poniente de la ciudad, donde los tiempos de desplazamiento son mayores que en otras áreas. Entre los proyectos prioritarios que impulsará destaca la doble vía de Baquedano, cuya segunda etapa aún no ha sido completada, y el mejoramiento de la Avenida República de Chile. «Voy a luchar para que ese diseño se concrete», aseveró.
Un llamado a recuperar la gestión
Otro punto crucial en su propuesta es la articulación con las diversas instituciones públicas para maximizar la inversión en la ciudad. Según Agliati, una de las grandes fallas de la administración actual ha sido la incapacidad de gestionar y ejecutar proyectos con los recursos disponibles. «No por nada se ha reconocido que hay más de 9 mil millones de pesos del gobierno regional que el municipio no ha ejecutado», criticó.
El transporte público también es una de las áreas de interés del candidato, quien se comprometió a ser «una voz» que defienda las demandas de los rancagüinos en este ámbito. «El éxito de una ciudad, una ciudad con calidad de vida, pasa por tener un buen alcalde, pero sobre todo tener un buen transporte público», aseguró. Agliati explicó que, si bien el municipio no tiene atribuciones directas sobre el transporte, se compromete a colaborar con el Ministerio de Transporte para mejorar los servicios y promover el uso de ciclovías.
Con una visión clara y una estrategia que pasa por la gestión eficiente y la recuperación de la confianza, Raimundo Agliati se posiciona como una opción para liderar la transformación de Rancagua. «Rancagua no soporta más cuatro años como los que hemos vivido. Es hora de mirar hacia el futuro con liderazgo y trabajo serio», concluyó el candidato.
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