Creo necesario iniciar estas palabras, dejando claramente especificado, que admiro profundamente la belleza de la vida, origen y fuente de la felicidad de los seres humanos.
Vivirla es apasionante, ya que nos entrega los más diversos aspectos y momentos de alegría, que sobrepasan con creces las dificultades.
Sin embargo, algunos hechos que se nos presentan en diversas oportunidades, implican problemas que obligan a enfrentarlos.
Debo dejar constancia que no creo que los problemas que no tienen solución se solucionan solos, como muchos piensan, ya que lo más probable es que los tengamos nuevamente que enfrentar en un futuro.
Por otra parte, es muy difícil que no tengamos nunca problemas, por lo que hay que asumir alguna actitud para cuando aparezcan.
Cómo hacerlo es algo personal, no existen recetas mágicas, por lo que solo se pueden mencionar aspectos referenciales.
La presencia de ánimo, entendida como la; “Serenidad o tranquilidad que conserva el ánimo, tanto en los sucesos adversos, como en los prósperos”, es sin lugar a dudas fundamental.
Por otra parte, el establecer alternativas de solución es de vital importancia. Ver solo una no es lo óptimo, las variables permitirán seleccionar la mejor de ellas para aplicarla.
La resiliencia es, independiente de lo anterior, el factor más importante sin duda alguna cuando enfrentamos problemas. Su definición clarifica que debemos entender por ella; “la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador, o un estado de situación adverso”.
Pero, independiente de lo expresado, hay algo que en ocasiones se nos olvida. No todos los problemas lo son. Muchas veces es nuestra mente que amplifica situaciones, que si bien presentan ciertas dificultades, están dentro de lo normal.
Adicionalmente las percepciones, nos hacen suponer que existe un problema con otra persona, cuando en realidad no lo hay.
Quizás se pregunte por qué toco el tema y la respuesta es más sencilla de lo que parece, ya que simplemente al hacerlo encuentro respuestas para enfrentar mis propios problemas, si le sirve a alguien más, mucho mejor.
Pese a todo, la vida sigue siendo bella, independiente de los problemas que enfrentamos y las consecuencias no siempre gratas que podrían acarrear.
De hecho, cuando los vivimos quizás sería bueno tener presente el título de estas páginas, ya que nadie dijo que sería fácil.