El 8 de octubre se conmemoró el Día Internacional de la Dislexia, una fecha destinada a concientizar sobre los efectos de este trastorno del aprendizaje, que afecta entre el 5 y el 10% de la población mundial. La dislexia, de origen neurobiológico y hereditario, no está relacionada con la inteligencia, sino con dificultades en la lectura y escritura. En Chile, aunque existe un marco legal para su tratamiento en el sistema educativo, los diagnósticos tardíos siguen siendo un desafío.
La dislexia en la infancia: un obstáculo para aprender
Mateo, un niño ficticio de 7 años, no logra avanzar en sus estudios a la par de sus compañeros. Su bajo rendimiento escolar ha generado preocupación en su familia, que lo percibe como “flojo” o “despistado”. Sin embargo, detrás de estos síntomas se esconde un trastorno del aprendizaje conocido como dislexia. Según Cristina Rodríguez, académica de la Universidad de Talca, los niños con dislexia enfrentan dificultades en la lectoescritura que no tienen relación con su capacidad intelectual, sino con problemas neurológicos y genéticos.
Este trastorno suele diagnosticarse tarde, lo que dificulta su tratamiento. A menudo, los niños con dislexia presentan dificultades para reconocer sonidos en las palabras, tienen una lectura lenta o robótica y enfrentan problemas con los números y las tablas de multiplicar.
La situación en Chile: diagnóstico tardío y desafíos
En Chile, el Decreto 170 regula el ingreso de los estudiantes con dislexia al Programa de Integración Escolar, pero según Rodríguez, el diagnóstico temprano sigue siendo un tema pendiente. Mientras que en otros países la identificación del trastorno se realiza en kínder, en Chile se hace a partir de primero básico, y la mayoría de los diagnósticos se obtienen en segundo o incluso tercer año. “Esto retrasa la intervención en un momento crítico para el aprendizaje de la lectura”, advierte la especialista.
Consecuencias en la vida adulta: mucho más que problemas de lectura
Los efectos de la dislexia no tratada se extienden hasta la vida adulta. Las personas con este trastorno pueden experimentar dificultades emocionales, como ansiedad y depresión, que afectan su autoestima. Estudios internacionales han demostrado que muchas personas disléxicas abandonan el sistema educativo temprano, lo que limita su acceso al empleo y a mejores oportunidades laborales.
Atender la dislexia a tiempo es clave para evitar estos problemas a largo plazo. Es urgente fortalecer el diagnóstico temprano en Chile, acompañar a los estudiantes y ofrecerles las herramientas necesarias para desarrollar su potencial, sin dejar que este trastorno condicione su vida.
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