El 31 de agosto marcó el fin del plazo para quienes optaron por pagar el permiso de circulación en dos cuotas. Desde el 1 de septiembre, los conductores que no hayan cumplido con este trámite esencial se exponen a sanciones severas que pueden impactar considerablemente su bolsillo.
Entre las consecuencias destacan multas que oscilan entre 1 y 1,5 UTM, lo que equivale a aproximadamente entre $65,901 y $98,851. Además, se aplican recargos de hasta el 35% del valor del permiso atrasado, junto con un interés del 1,5% por cada mes de retraso. En los casos más graves, el vehículo podría ser retirado y llevado a un corral municipal.
Para quienes aún no han regularizado su situación, el trámite puede realizarse de manera presencial en las Direcciones de Tránsito municipales o a través de plataformas en línea, si están disponibles. Cumplir con este pago es clave para evitar contratiempos financieros y legales.