El Día del Minero en Chile es una celebración que destaca la relevancia histórica y económica de la minería tanto en las regiones mineras como en el país en su conjunto. Cada 10 de agosto, se honra el esfuerzo y la dedicación de quienes han trabajado en las minas, contribuyendo significativamente al desarrollo y la prosperidad de Chile.
Esta fecha fue establecida en 1984 por el Decreto 1.040 del Ministerio del Interior, según lo documenta la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile. A partir de entonces, el 10 de agosto se designó oficialmente como el «Día Nacional del Minero». Posteriormente, en 2009, se promulgó la Ley N°20.363, que reafirmó esta fecha como el «Día del Minero», oficializando su importancia en el calendario nacional.
El Día del Minero coincide con la festividad de San Lorenzo, el santo patrono de los mineros. Según la tradición cristiana, San Lorenzo era un diácono al servicio del Papa Sixto II, quien, antes de ser ejecutado por órdenes del emperador Valeriano, le encomendó la tarea de proteger los tesoros de la Iglesia. San Lorenzo, en un acto de desafío, presentó a los más vulnerables de Roma como los verdaderos tesoros de la Iglesia, lo que le valió ser condenado a morir quemado vivo.
La elección del 10 de agosto para conmemorar el Día del Minero subraya la conexión simbólica entre la minería y la devoción religiosa a San Lorenzo. Su historia, marcada por el sacrificio y el resguardo de bienes preciosos, ha vinculado su figura al trabajo minero, consolidando su relevancia como protector y símbolo de los mineros en Chile.