Giovanna Amaya
Seremi de Medioambiente-O’Higgins
En un mundo donde la protección del medio ambiente se vuelve cada vez más urgente, los recicladores base son actores fundamentales en la gestión de residuos: recorren los barrios, recogen los materiales reciclables y les entregan una nueva vida. Su trabajo no solo reduce la contaminación y preserva los recursos naturales, sino que también evita que estos desechos terminen en las riberas de los ríos, vertederos clandestinos o, en el mejor de los casos, en rellenos sanitarios.
El impacto del trabajo de los y las recicladores base va más allá de la protección ambiental; también es un impulso para la dignidad laboral. Muchos de ellos, provienen de sectores vulnerables y ven en esta labor una oportunidad para sostener a sus familias.
Sin embargo, los recicladores base enfrentan diariamente numerosos desafíos, desde la falta de reconocimiento hasta condiciones laborales precarias. Ante esto, es necesario que como sociedad reconozcamos y valoremos su trabajo, ofreciéndoles el respaldo y la solidaridad que merecen, para que puedan prosperar en un ambiente laboral digno y seguro.
Por ello, la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley 20.920) adquiere una mayor relevancia. Esta normativa reconoce que los productores tienen la responsabilidad de gestionar los residuos generados por sus productos en cada etapa de su vida útil. Esto implica la implementación de sistemas de recolección y reciclaje, donde los recicladores base desempeñan un papel fundamental como actores iniciales en la cadena de circularidad. Es una manera de reconocer el valor y la importancia del trabajo de éstos, como un engranaje elemental en la gestión integral de residuos y brindándoles el apoyo necesario para que continúen con su labor en condiciones dignas y seguras. Por ello, la Ley 20.920 exige a los recicladores base, la obtención de la certificación de competencia laboral. Este reconocimiento les permite establecer acuerdos de colaboración con empresas, lo que refuerza el papel vital en la gestión integral de los residuos, brindándoles oportunidades concretas para crecer y contribuir aún más a la comunidad y al medio ambiente.
Como SEREMI de Medio Ambiente, hemos colaborado estrechamente con el SENCE Regional para desarrollar un proyecto que permita certificar las competencias de los recicladores, como lo establece la Ley 20.920. Mismo caso con el FOSIS, cuyo objetivo es mejorar las herramientas de trabajo que tanto necesitan nuestros valientes héroes y heroínas del reciclaje (ambos proyectos esperan el financiamiento del Gobierno Regional). Además, hemos llevado a cabo mesas de trabajo con los recicladores base que operan en el cono norte de nuestra región, para motivar su agrupación como cooperativa, lo que facilitaría el acceso a financiamiento proveniente de diversas instituciones públicas o privadas, que permita la adquisición de maquinaria, vehículos de trabajo, implementar mejoras en la gestión administrativa, entre otras iniciativas.
Finalmente, los recicladores de base representan un ejemplo de compromiso y dedicación en la protección del medio ambiente. No esperemos que sea 01 de Marzo para conmemorar su día, sino que reconozcamos diariamente el valioso aporte que entregan, al igual que dignificar la labor que realizan, esto permitirá la construcción de un Chile más verde y equitativo para todos y todas.