Los que hoy administran las políticas públicas en educación son los que iniciaron una ofensiva hace tres años atrás para no retornar a clases presenciales. Parlamentarios hoy del oficialismo, Colegio de Profesores, muchos alcaldes (medida poco populista para captar votos, ya que el año 2021 fue un año de elecciones municipales), gremios de la educación pública en guerra con el ministro de ese entonces, Raúl Figueroa Salas, que concluye con una acusación constitucional para sacarlo de su gestión por volver a clases. Sí, ¡por volver a clases! ¿Por qué la urgencia? Porque se sabía que la falta de escolaridad y la asistencia regular disminuía no tan solo las brechas de aprendizaje, sino que también, los índices de vulnerabilidad de millones de estudiantes.
¿Qué nos arrojan los datos del SIMCE entregados con mucha resistencia por el Mineduc? Más del 80% de los estudiantes en Chile no tiene conocimientos adecuados en Matemática. En cuarto básico los alumnos con nivel insuficiente aumentó 8 puntos porcentuales respecto del 2018, pasando de un 37% a un 45%. Mientras que aquellos que se encuentran en un nivel adecuado disminuyeron del 25% al 18%.
En el caso de los segundos medios, el puntaje promedio entre el 2018 y el 2022 descendió fuertemente, en 12 puntos. Paso de 264 a 252. El más bajo en 12 años.
En ambos niveles, las bajas significativas en los puntajes se replicaron en todos los grupos socioeconómicos. Lo más preocupante de todos estos resultados, es que la brecha entre los grupos socioeconómicamente más altos en comparación a los de más bajos recursos sigue siendo significativa, aumentando 59 puntos.
Después de todo lo anteriormente expuesto, ¿Qué metas, plazos y recursos tiene el Ministerio de Educación para combatir esta crisis educativa? El plan de “reactivación educativa” recién comenzará activamente durante el segundo semestre. Recién este lunes fue difundido su informe con recomendaciones del consejo de expertos. ¿Cuáles son los aportes en acciones, políticas de apoyo al trabajo pedagógico del Colegio de Profesores? ¿Qué medidas en el plan de desarrollo comunal de los municipios buscan mejorar estas brechas de aprendizajes? Son preguntas muy válidas que tienen un carácter crítico frente a tal desastre educacional que muchos influenciaron.
A nivel regional los resultados son aún más preocupantes. Por ejemplo, en Lenguaje de segundo medio tuvo un retroceso de 8 puntos, pasando de 248 en el 2018 a 240 en 2022. En matemática es aún mayor, ya que la disminución fue de 15 puntos, pasando de 262 en el 2018 a 247 en 2022.
Finalmente, y como siempre fue el discurso del gobierno anterior, nada reemplazará las clases presenciales, el contacto entre los estudiantes y la interacción directa con un profesor. Esperamos observar por parte del MINEDUC acciones concretas, efectivas y claras frente a esta crisis educativa que afecta a todo el sistema escolar, no tan solo a los colegios municipales que fueron los que más perdieron clases presenciales durante la pandemia, sino que también, a los colegios subvencionados y particulares.