En noviembre del año 1968 la Reina Isabell de Inglaterra llego a Chile junto a su esposo, Felipe Duque de Edimburgo. La visita se extendió por 7 días, desde el 11 hasta el 18.
El día miércoles 17, el Duque Felipe visitó la mina El Teniente, siendo recibido por el Superintendente de la mina de ese entonces, el señor William Lapard y los ejecutivos del departamento mina, trabajadores, niños y jóvenes de los distintos colegios del campamento, según relata en su sitio de Facebook la Corporación Patrimonial Sewel.
«Posteriormente, por el inclinado 45 subió a Romana para entrar a la mina por El Teniente 5. En el ferrocarril Nº 51 visitó el pique B y su ascensor gigante, para más tarde visitar el pique A y la sala de compresora, donde luego disfrutó de una mirada amplia del panorama sewellino desde Punta de Rieles», añade el sitio.
De acuerdo con lo recogido en el sitio, luego de un refrigerio en la casa Nº 56, Felipe bajó para tomar el helicóptero a las 12:30 horas.
Detalles de la visita
Los monarcas, fueron recibidos con todos los honores gubernamentales y gran expectación de la gente que se volcó a las calles a recibirlos. La visita se había gestado 3 años antes, cuando Frei Montalva realizó una gira por Europa, donde fue recibido por la Reina en Inglaterra, momento donde extendió una invitación para que visitara el país.
El matrimonio real llegó al Aeropuerto de Pudahuel de Santiago, desde donde se encaminaron a la plaza de la Constitución de la capital para un acto de bienvenida, recordadas son las imágenes de cientos de chilenos agitando pañuelos blancos y gritando, “dios salve a la reina”.
Delicado estado de salud
Los doctores que atienden a la reina Isabel II se mostraron este jueves «preocupados» por su estado de salud y han recomendado que quede bajo supervisión médica. En un comunicado, el Palacio de Buckingham informó de que la monarca, pese a todo, se encuentra «cómoda» y sigue en el castillo de Balmoral, en Escocia.
El príncipe Carlos y Camila Parker viajaron inmediatamente hasta allí para acompañarla. El Príncipe Guillermo también se trasladó a la residencia estival para estar con su abuela. Se está a la espera de que el resto de la familia llegue.
La salud de la anciana monarca es motivo de creciente preocupación, desde que el pasado octubre se supo que había pasado una noche hospitalizada para someterse a «pruebas» médicas, cuya naturaleza nunca se precisó.
Desde entonces, ha reducido muy considerablemente su agenda, sus apariciones en público son cada vez más escasas y en ellas se la ve a menudo caminando con dificultad ayudada por un bastón.
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