Tras un inicio de año complicado y con varias polémicas, Universidad Católica derrotó por 3-0 a Everton y logró lo que hasta hace unas fechas parecía impensado: superar a Colo Colo en la tabla y lograr un histórico tetracampeonato en torneos largos.
Salvo por una llegada tempranera de Cristián Cañozales (3′), que malogró un «globito» tras un error de Ignacio Saavedra, la primera mitad fue casi toda de la UC, que así y todo le costaba llegar con claridad al pórtico de Franco Torgnascioli.
Pero poco a poco los caminos del gol se comenzaron a abrir y en un tiro de esquina servido por Luciano Aued, Julio Barroso (36′) erró en el despeje y de cabeza, terminó mandando la pelota dentro de su arco, desatando la algarabía de las huestes «cruzadas».
Con una tijera de Fernando Zampedri terminó la parte inicial del cotejo y en el inicio del complemento, Alfonso Parot capturó un balón dentro del área y con un potente zurdazo, estiró las cifras para un equipo que ya se sabía campeón.
De ahí en más, la escuadra viñamarina comenzó a acercarse con mayor peligro sobre el área rival, teniendo como gran oportunidad para descontar un remate de Cecilio Waterman (60′) que pasó muy cerca del palo derecho de Sebastián Pérez.
En el final, la guinda de la torta corrió por cuenta de Felipe Gutiérrez (84′), que sacó un disparo de tiro libre que pasó por lado de la barrera y dejó parado a Torgnascioli. Alegría total en los miles de hinchas que llegaron hasta Sausalito para alentar a los precordilleranos.