En un punto de prensa, la Brigada de Lavados de Activos de la Policía de Investigaciones (PDI) y la Fiscalía de Pudahuel entregaron detalles de la «Operación Rey Midas» que terminó con la detención de 35 individuos por tráfico de oro.
Recordemos que los tres líderes de la banda criminal, Gonzalo Farías Cabezas, Óscar Herrera Gallegos y Eduardo González Yáñez, quedaron con prisión preventiva este jueves, mientras que el resto de los imputados recibió distintas medidas cautelares.
Según detallaron las autoridades policiales, la pesquisa se prolongó por alrededor de dos años e incluyó los delitos de lavado de activos, contrabando de oro, asociación ilícita, delitos tributarios, fraude aduanero e infracción a la Ley de Armas.
Los aprehendidos adquirían el oro ilícito desde Perú y Bolivia para su posterior exportación a Suiza y a Dubai, Emiratos Árabes Unidos. Realizaban un complejo mecanismo de blanqueo del metal, con diversas empresas de papel, pantalla y fachada, además de la utilización de facturas ideológicamente falsas.
Desde el 2018 a la fecha, la banda llegó a exportar 600 kilos de oro ilícito avaluado en $21 mil millones, a lo que se suman otros $3.105 millones obtenidos fraudulentamente con la retribución al fisco.
Asimismo, la pesquisa reveló que la organización criminal ganó $7 mil millones desde 2017 en adelante gracias a la perpetración de diversos delitos base, utilizando mecanismos como cinco casas de cambio para el blanqueo de capitales.
El director general de la PDI, Sergio Muñoz, aseguró que no descartan más involucrados en la organización criminal.
«Esta es una operación que se ha realizado en diferentes partes del país, con fuerzas de tarea conjunta. Nuestros policías se han tenido que perfeccionar mucho en estas nuevas modalidades, conociendo las leyes y normativas aduaneras, delitos de comercio exterior», consignó el jefe de la policía civil.
Muñoz detalló que incluso «ha tenido que participar gente de La Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural (BIDEMA). por el impacto ambiental que esto genera. Hay multitareas que se realizaron para concretar con éxito de esta operación».
Además, ratificó que se descubrió la procedencia del oro ya que «la pureza que se alcanza en Chile es de 76% y se ingresaba por contrabando materia que alcanzaba una pureza del 99%».
La operación incluyó labores en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Ñuble.
En el procedimiento, se decomisaron 68,6 kg. de oro, equivalente a $4.150 mil millones, así como también 2 kg. de platino, 13 kg. de plata, 10 kg. de bronce y 60 monedas de oro equivalentes a $175 millones.
A los metales se suma la incautación de 7 inmuebles, 22 vehículos motorizados, un velero, el congelamiento de 30 cuentas bancarias, el vale vista de un departamento por $290 millones, otros $500 millones de efectivo y el mismo monto en dinero extranjero, así como también especies relacionadas con la minería, explosivos y seis armas.
Vía Aton Chile
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