En un frío mediodía de Requínoa, en la Viña “Chateau Los Boldos”, se desarrolló una significativa actividad inspirada en el día mundial del árbol, en la que el Gerente General de la Viña, Sebastián Phillips, en compañía del alcalde de la comuna, Waldo Valdivia, plantaron boldos y quillayes como silentes custodios de los viñedos, haciendo una suerte de maridaje perfecto entre la vid y los árboles nativos de nuestra tierra.
La Viña “Chateau Los Boldos”, que pertenece al grupo portugués “Sogrape”, desarrolla un proyecto en nuestro país basado en la sustentabilidad en todo el proceso de producción vitivinícola, y en ese contexto quiso aportar al proceso de reforestación de sus viñedos con la plantación de arboles originarios. En la ocasión, tanto el edil de la comuna de Requínoa, como el Gerente del viñedo, así como el resto de la concurrencia al evento colaboraron activamente en el proceso de transplantación de las especies nativas.
Sebastián Phillips, Gerente de la Viña conversó con El Tipógrafo sobre sustentabilidad y el compromiso de la empresa con el medioambiente. «Nosotros quisimos hacer esta actividad junto a la municipalidad para incentivar la comprensión del concepto de la sustentabilidad y el cuidado del medioambiente. Las nuevas generaciones entienden lo que es aportar y cuidar el medioambiente y queremos que todos lo hagamos; las anteriores generaciones destruyeron este planeta y nosotros tenemos como compañía, el compromiso de producir de manera sustentable, con respeto de la naturaleza, pero también de las personas. La sustentabilidad no es solo un concepto de ahorro, sino también de inversión, los árboles son una inversión para nosotros y este gesto pequeño, representa el compromiso de la compañía con la sustentabilidad». Phillips agregó además que «si esto se hace como una gestión o estrategia comercial no aportamos nada; esto se hace porque creemos en lo que estamos haciendo. La sustentabilidad es una convicción de nuestra compañía; claro que hay una demanda por productos naturales u orgánicos, pero lo importante es entender qué significa realmente que un producto sea orgánico, mucho más allá de lo comercial, la gente compra lechugas hidropónicas porque se ven más limpias, pero están hechas en base a químicos; la orgánica no se ve tan limpia, pero no tiene químicos. Ése es el compromiso y lo que necesitamos que la gente vaya aprendiendo desde temprana edad».
En cuanto a la certificación que permite a la Viña denominarse sustentable y sus vinos orgánicos, Phillips señaló que «tenemos que trabajar en un marco y cumpliendo parámetros definidos y preestablecidos para dar seguridad al consumidor que lo que está consumiendo sea realmente orgánico, eso lo determinamos como organización de viticultores, porque nuestra legislación está al debe en ese sentido».
Finalmente Sebastián Phillips llamó a reflexionar sobre la sustentabilidad y «aportar desde el ámbito personal a este concepto, con el reciclaje por ejemplo, la invitación es no solo a consumir productos orgánicos y sustentables, sino a aportar a la sustentabilidad como personas y como comunidad».
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