En las capitales provinciales, Rancagua y San Fernando, en que se produjeron cambios de alcaldes, y de tendencia política de estos, los concejos municipales con los que se relacionarán son también sustancialmente distintos a los elegidos el año 2016.
En Rancagua
El concejo municipal rancagüino elegido este 15 y 16 de mayo será profundamente distinto al actual, ya que no fue tan influenciado por la elección de alcalde, como sí lo fue el elegido el 2016. En esa ocasión la alta votación del alcalde Eduardo Soto, permitió que la centroderecha sacara provecho de esa popularidad y eligió a 6 concejales: 1 RN , 1 UDI y 4 independientes en cupo UDI. El resto del concejo estaba compuesto por 2 socialistas, un demócrata cristiano y un concejal del Partido Comunista.
Esta correlación de fuerzas permitió al alcalde Soto una gestión sin grandes contrapesos, y es una de las posibles razones que explican la decisión del alcalde electo Juan Ramón Godoy (PS) de pedir una auditoría a la gestión municipal de su antecesor en el cargo, por cuanto existe el diagnóstico generalizado de que no se fiscalizó con el debido rigor la administración de los recursos municipales.
El mapa político de Rancagua que dibuja el nuevo concejo municipal tiene a 1 concejal Comunista, 1 DC, 2 ecologistas, 1 independiente en cupo RD, 1 PS, 1 PPD, 1 independiente en cupo radical. La centroderecha solo consiguió 2 cupos, un independiente en cupo RN y 1 UDI.
La fragmentación del concejo puede ser un problema en la gestión del alcalde Godoy, pues solo 4 de los concejales elegidos forman parte de la Unidad Constituyente, por lo que los puentes que pueda generar con el PC, ecologistas y Revolución Democrática, pueden hacer la diferencia para tener una gestión sin grandes trabas en el concejo municipal, ya que la centroderecha reducida a 2 concejales no representa mayor amenaza a las decisiones de Godoy.
San Fernando
Pablo Silva Pérez ganó la elección de alcalde con una diferencia contundente, pero lo hizo como independiente, a diferencia de 2016 en que estuvo a punto de destronar a Luis Berwart, ocasión en que competía como militante RN dentro del pacto Chile Vamos. Ahora lo logró fuera de todo pacto, e incluso “a pesar” de la candidatura UDI del concejal Alejandro Riquelme, ¿Cómo afectará su gestión no tener aliados formales en el concejo? Es una de las incógnitas que iremos dilucidando con el tiempo en la capital de Colchagua.
El concejo municipal con el que Silva deberá trabajar está compuesto por 1 concejal del Frente Regionalista Verde Social, 1 DC, 1 PS, 1 EVOPOLI, 1 independiente en cupo UDI y 1 concejal radical, es decir, la Unidad Constituyente cuenta con una mayoría relativa en el concejo, mientras la centroderecha solo cuenta con 2 votos.
La alta votación y valoración pública de Silva puede ser un buen punto de partida en su relación con el concejo, sin embargo, necesitará de habilidad política para construir alianzas tácticas o estratégicas en el concejo municipal.