Nueve meses de suspensión y una solicitud de remoción, que fue desestimada por la Corte Suprema por 11 votos a favor y contra 3, debió enfrentar el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, quien regresó a sus funciones el pasado 3 de febrero y con posterioridad aseguró que tomaría las acciones legales correspondientes a raíz de esta situación que lo mantuvo complicado por casi todo el 2019.
“Esto no es ‘borrón y cuenta nueva’ y ‘aquí no ha pasado nada’. Como abogado tengo que ejercer todas las acciones que estén a mi alcance para, por un lado, reparar el daño personal y, por otro, el daño que se le ha hecho a la institución, y eso se obtiene a través de los tribunales de justicia. Tengo que reunirme con mi abogado y evaluar el escenario. Lo que sí, no será ‘borrón y cuenta nueva'», declaró Arias en su momento.
Las acciones que adelantó se materializaron la semana recién pasada y el viernes 14 de febrero el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago declaró admisible la querella presentada por su defensa contra el persecutor Sergio Moya y el ex fiscal Pablo Gómez por tráfico de influencias, violación de secreto y obstrucción a la investigación.
En el texto legal de 15 páginas, que también abre espacio a que se investiguen responsabilidades penales de otras personas, Arias acusa “coordinaciones” de Moya con el fiscal nacional, Jorge Abbot, para trasladar de Rancagua importante causas que lideraba Arias, como la investigación de abusos en la iglesia Católica y la causa contra los ahora ex ministros de la Corte de Apelaciones de Rancagua.
La acción judicial viene a extender una larga pugna que se ha gestado entre el fiscal de O’Higgins y quien fuera su subalterno, Sergio Moya, el que se desempeñó como fiscal de jefe de la Unidad de Alta Complejidad en Rancagua y actualmente es fiscal adjunto en San Bernardo.
Recordemos que fueron las denuncias de Moya, a mediados del año pasado, por una serie de irregularidades, las que derivaron en una investigación contra Arias, por las que permaneció suspendido y enfrentó la solicitud de remoción.
Y todo sigue, porque tras declararse admisible la querella presentada por el persecutor de O’Higgins, la defensa de Moya asumida por el abogado Marcelo Hadwa presentó un recurso de reposición a fin de revertir la admisibilidad de la querella decretada por el 7º Juzgado de Garantía de Santiago.
«Refiere a algunos posibles vicios de fondo y forma que podría tener la querella y por la que debería ser declarada inadmisible. También por lo curioso que resulta que un fiscal regional esté a la vez actuando como querellante en una causa (…) El señor Arias no puede asumir dos posiciones en el proceso, de fiscal por un lado y la de querellante por el otra», sostuvo Hadwa a El Mercurio.
Un larga historia que no parece terminar y que para algunos personeros del Ministerio Público solo viene a volver aún más complejo el tenso ambiente que se vive al interior de la Fiscalía Regional de O’Higgins.