Al menos dos denuncias de abuso sexual en cadena ocurridas al interior del monasterio Los Trapenses, ubicado en la comuna de Codegua, investiga la Fiscalía de O’Higgins.
La investigación involucra al sacerdote Pedro Barrientos, quien habría violado a un postulante a monje, quien a su vez habría intentado abusar de un compañero en el recinto religioso.
Según información de 24 Horas, la última víctima explica que su agresor, «se lanza sobre la cama, me intenta dar un beso, me comienza a manosear. Estaba paralizado. No atinaba a nada. En un momento reaccioné y lo eché de la pieza».
Tras el hecho el hombre abandonó el monasterio y 16 años después fue contactado a través de redes sociales por el compañero que intentó abusarlo. «Sus primera palabras fueron: perdóname por lo que te hice», relató.
Ambos excompañeros mantuvieron contacto telefónico, en una de esas llamadas el agresor le reveló a su víctima que su comportamiento se debía a que había sido abusado sexualmente por parte del religioso Pedro Barrientos, quien ejercía como guía espiritual de los aspirantes en ese entonces.
En el 2016, el hombre denunció a Barrientos ante el entonces obispo de Rancagua Alejandro Goić Karmelić, aunque afirma que «no hubo ningún tipo de investigación por los menos que me diera a conocer».
El denunciante intentó que su agresor informará a la iglesia de los abusos sufridos en el monasterio Los Trapenses pero se negó. De igual forma, el hombre siguió adelante con sus acusaciones y relató lo sucedido en el Arzobispado de Santiago, donde finalmente tras un allanamiento en junio de 2018, el fiscal Emiliano Arias encontró los antecedentes, por lo que abrió una investigación.
Existen registros de que el cardenal Ricardo Ezzati tomó conocimiento de la denuncia y la regresó al obispo Goić.
El joven víctima de los presuntos abusos, finalmente reconoció que había sido atacado por Barrientos y declaróante el OS9 de Carabineros y posteriormente ante la comisión Scicluna: «Recuerdo en una ocasión encontrándome en mi pieza, específicamente en la hospedería, cuando aún no ingresaba a la clausura, llegó el padre Pedro Barrientos y me besó en la boca, sin decirme nada, luego él se va, jamás hablamos de ese asunto ya que se hizo el desentendido», declaró.
Posteriormente detalló que Barrientos lo instaló en Rancagua, pagó su estadía, estudio y gastos, siempre con el compromiso de que volviera cada fin de semana al monasterio. Fue en esos viajes donde denuncia que el cura le realizaba tocaciones y lo violó.
«Me traté de cortar las venas con un corta cartón con la intención de morir desangrado ya que no daba más con la culpa y el dolor que me había originado el padre Barrientos (…) a él lo miré como mi papá y de eso se aprovechó», contó.
El abogado del abad Pedro Barrientos, negó las acusaciones al medio citado: «A diferencia de otros casos que son efectivos, este no es efectivo. Estamos en presencia de una imputación, a mi juicio, calumniosa».
Cabe consignar que es la primera denuncia a nivel mundial contra la orden Cisterciense.