El fin de semana se dio a conocer una compleja situación que protagonizó la exanimadora Pilar Cox, quien fue trasladada por Carabineros desde una hostal en Santiago, donde la mujer no pagó su estadía y fue acusada por sustraer un celular.
El hecho sacó a la luz el complejo momento que vive Pilar, quien no se habla con sus tres hijos, los que ya no saben que hacer con ella.
«A nosotros no nos deja acercarnos. No se deja ayudar. La tuve a principios de mes, en septiembre, en mi casa porque la busqué, pero la situación fue insostenible. La amo, pero no me deja ayudarla», relató Valeria Ruiz, la menor de sus hijos, en conversación con el diario Las Últimas Noticias.
Valeria detalló que su madre sufre de bipolaridad y alcoholismo, enfermedades que no quiere tratarse. Por esto y otras situaciones, sus hijos optaron por distanciarse de ella.
«Yo tengo 30 años y han sido 28 años de mala época. Era un tema que no partió tan mal como llega a estar ahora. Las adicciones van consumiendo a las personas lentamente y la pasan al entorno cercano, a todos los ambientes donde se desarrolla, con eso pierde trabajo, seres queridos, amigos», explicó Martín Ruiz, quien además agregó que su madre preferiría incluso «pasar una noche en la calle, que pedir ayuda».
Ambos hijos de Pliar coinciden en que es muy exigente cuando le prestan ayuda: Pide más de 900 mil pesos, que le paguen los medicamentos, las consultas, su alimentación, e incluso, sus salidas al shopping.
«Yo hace un año me alejé y me duele, pero pasaba que me manipula y eso me condiciona emocionalmente y ella lo sabe. Particularmente, tengo una hija de un año y medio, procuré darle la oportunidad de relacionarse, pero hubo serios incidentes», detalló Martín, agregando que por el momento no tiene intención de acercarse a su madre, ya que comprendió que «no se puede salvar lo insalvable».