Cada año en Chile se producen sobre 6.500 fracturas por osteoporosis y se estima que un 50% de las chilenas, sobre 50 años, tiene osteopenia, es decir, menor masa ósea que la ideal,, mientras que alrededor de un 10% presenta una osteoporosis declarada.
Esta enfermedad se define como un deterioro de la resistencia ósea producto de una anormal cantidad y calidad del hueso.
En el mundo, unos 200 millones de personas, especialmente mujeres, padecen esta patología. Pero los hombres no están libres. La proyección que hacen los especialistas es que 1 de cada 3 mujeres tendrá osteoporosis en los próximos años y 1 de cada 5 varones tendrá igual diagnóstico.
Para prevenir esta enfermedad, es fundamental desde la infancia tener una alimentación adecuada, realizar ejercicio y una exposición controlada al sol para facilitar la absorción de la vitamina D, una hormona trascendental para el crecimiento y la absorción de calcio.
La mayor parte de la vitamina D que obtenemos proviene del sol y sólo un 20% de los alimentos. Entre estos destacan los huevos, los pescados como salmón, atún, sardinas, algunos mariscos (ostras), la leche de soya, lácteos fortificados y hongos, como el shiitake.
Los huevos proporcionan 37.0IUde vitamina D por porción de 100 gramos. Es decir, comer un huevo aporta entre 10% y 15% de lo que necesita a diario consumir una persona.
Un reciente estudio del Departamento de Nutrición, Diabetes y Metabolismo de la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica, denominado “Consumo del huevo y sus efectos en la salud humana”, revela que el huevo es una de las principales fuentes de vitamina D en la dieta y aporta numerosos otros nutrientes como riboflavina, folato, selenio, vitamina A y vitamina B12, entre otros.
Junto con ello, la investigación enfatiza que la proteína de alto valor biológico de este alimento, junto con sus otros componentes bioactivos, con potenciales beneficios para la salud, lo hace un elemento valioso a incluir también en la dieta, especialmente de personas con elevadas demandas nutricionales, como niños, embarazadas y adultos mayores.
El estudio de la Universidad Católica, destaca también que este alimento aporta carotenoides, como luteína y zeaxantina, los cuales tienen propiedades antioxidantes y podrían proteger contra las cataratas y la degeneración macular, causas importantes de ceguera en la vejez.