Los juegos inflables se han transformado de las estructuras más apetecidas por los más pequeños del hogar a la hora de celebrar un día especial, como por ejemplo el día del niño, en esta fecha aumentan las compras de dichos pasatiempos y también sus arriendos.
Si bien es indudable la entretención que traen consigo también es innegable los riesgos asociados a ellos como por ejemplo la inestabilidad y volcamiento en condiciones de viento; situaciones causadas por la pérdida de presión (el juego se desinfla) por diversas razones, entre ellas la falla o pérdida de la potencia del ventilador; desprendimiento del anclaje; lesiones de los usuarios por el comportamiento inadecuado de algunos de ellos, lo que se produce por la excesiva cantidad de niños jugando al mismo tiempo, y la falta de separación de los más grandes de los más pequeños; acceso a partes peligrosas de la maquinaria como sopladores inadecuadamente protegidos y riesgos eléctricos, como electrocución o quemaduras.
Con el objetivo de disminuir estos riegos y disfrutar como corresponde el día del niño sin inconvenientes de por medio, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) entregó una serie de recomendaciones a los usuarios ante una eventual compra o arriendo de juegos.
Compra:
El servicio recomienda comprar en el comercio formal y exigir su boleta. Esta es su garantía y el respaldo de las características de calidad y seguridad de los productos.
Lea atentamente la etiqueta del juego y fíjese que esté rotulado en idioma castellano, de forma clara y legible, y que figure el nombre o la marca del fabricante, importador o responsable de la venta, así como las instrucciones y advertencias de uso.
Arriendo:
Cuando arriende un juego inflable o pague por usarlo en un recinto, procure hacerlo en el comercio formal y exija su boleta.
Al arrendar un juego inflable, si la transacción implica un contrato, fíjese o consulte lo que incluye el servicio claramente, como por ejemplo las horas de arriendo y si está o no incluido el tiempo que se demora la entrega y el despacho; quién es el responsable de armar y de desarmar el juego, si debe armarlo usted fíjese que sea capacitado para ello; también se recomienda averiguar si el precio asignado incluye la disposición de un monitor y si entregan recomendaciones de uso en el caso de que no contrate o no se incluya en el paquete un monitor.
Asegúrese de conocer el límite del peso que soporta en total el juego, el peso individual y el de número de personas. No exceda estos límites.
Usualmente un adulto no debiera ingresar a estos juegos, pues la presión ejercida por el peso podría hacer explotar la estructura, sin embargo, depende si el juego es para adultos y para niños.
Pregunte si el producto que está arrendando puede ser usado bajo techo o al aire libre, y en qué condiciones de clima. Usualmente estos juegos no pueden usarse cuando hay demasiado viento, pues existe el riesgo de volcamiento.
También es importante saber quien se hace responsable de los costos adicionales por daños del producto y qué sucede si el producto no puede ser usado por las condiciones climáticas, es decir, si en este caso la empresa considera un reembolso del dinero del arriendo o no.