Otra muerte de una menor remece al Sename. Esta vez ocurre en una residencia cooperativa del organismo público en la comuna de Rancagua.
La niña fallecida fue identificada como Tania Osorio, de 16 años, y su muerte ocurrió el pasado 15 de junio, en circunstancias que están siendo indagadas por la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones (PDI), por orden de la Fiscalía. Desde el servicio no descartan presuntas irregularidades en su deceso.
“Como lineamiento institucional tenemos la obligación de, ante cualquier fallecimiento de una niño en una residencia, de denunciar. Eso lo hemos hecho en este caso de fallecimiento en el Pequeño Cottolengo y estamos a la espera de lo que la Fiscalía investigue”, manifestó la directora regional del Sename, Jesika Espina.
Al ser consultada sobre presuntas irregularidades que podrían rodear la muerte de la menor, la jefa del servicio público sostuvo que “tenemos dudas razonables de posibles negligencias”.
18 días después de lo ocurrido, representantes de la dirección regional del Sename llegaron hasta la Fiscalía de Rancagua para interponer la denuncia por la muerte de Tania Ivana Osorio Yáñez. Con esta acción se busca esclarecer si en su fallecimiento hubo algún tipo de negligencia al interior del Pequeño Cottolengo que, en este caso, actúa como un Organismo Colaborador Acreditado (OCA).
Tania Osorio fue derivada hasta los centros del Sename a los siete años, luego de un decreto del Tribunal de Familia que quitó la tutela de la menor a la abuela materna. La niña, según los antecedentes recabados, se mantenía postrada ya que padecía del síndrome de Toch, daño orgánico cerebral y microcefalia severa, epilepsia secundaria, retardo del desarrollo y desnutrición crónica.
Fue por esta razón que la menor, por orden del Tribunal, fue internada en un centro especializado. Pese a esto, fue la propia madre quien a los medios nacionales denunció que Tania habría sido agredida por una trabajadora del centro, asegurando que le veía moretones en el cuerpo y, en ocasiones, la encontraba con olor a orina, le encontraba piojos y desaseada.
La Fiscalía y la PDI recién iniciaron las diligencias en torno al caso, la cuales van orientadas a antecedentes respecto a los cuidados que recibió por parte de los funcionarios del centro y si esto habrían desencadeno la muerte de la menor.
En la misma línea, se indaga un segundo caso de un adolescente de 14 años, donde se están recabando los antecedentes para poder esclarecer y dilucidar si tendría vinculación con el caso de Tania Osorio.