Una jornada extensa y no menos caótica se vivió el miércoles en la Fiscalía de Rancagua. Como era de esperar, gran expectación periodística y pública había entorno a las diligencias que debía enfrentar Natalia Compagnon –la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet- en medio de la investigación del polémico caso Caval.
Pero tras las casi 9 horas de declaración se vivió un tenso momento en las afueras de la Fiscalía. Es que entre las decenas de cámaras y micrófonos que buscaban una declaración de una de las propietarias de Caval, se mezclaron dirigentes y trabajadores que hicieron guardia todo el día para mostrar su rechazo. Finalmente todo terminó en un caos, entre empujones e insultos, mientras Compagnon se retiraba bajo custodia policial.
Desde ese minuto se ha generado un fuerte debate respecto a la reacción que tuvieron las personas que estaban en las afueras de la Fiscalía con la nuera de Michelle Bachelet.
Hay molestia en la ciudadanía. Eso no se puede negar. Así lo corroboran las conversaciones en las redes sociales y los resultados de las últimas encuestas de opinión pública.
Pero no podemos olvidar que Chile se ha caracterizado por el respeto a las instituciones y en este tipo de casos debe prevalecer el criterio y el razonamiento a la hora de elegir la forma en que se expresará esta molestia ciudadana.
Puede existir malestar en la población cuando se conocen públicamente casos como los que afectan a Sebastián Dávalos y su esposa, pero también es reprochable que se hayan generado situaciones como las vividas en la tarde del miércoles, especialmente cuando es la justicia la que tiene que hacer sus trabajo, cuando aún ni siquiera hay formalizados en esta causa y teniendo como antecedente que en Chile se respeta el principio de inocencia.
Por ello, ahora Carabineros anunció que habrá mayor resguardo para quienes sean citados a declarar en los próximos días. Una mediada que busca evitar situaciones y aglomeraciones como las vividas el miércoles y que, a la vez, permitan garantizar que las diligencias en relación a esta causa se lleven a cabo con la mayor normalidad, que no entorpezcan la labor de los fiscales y tampoco atenten contra la integridad de quienes deben acudir a declarar.