Por orden de la Fiscalía Centro Norte de la Región Metropolitana, la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de la Policía de Investigaciones (PDI) inició una serie de diligencias para dar con el paradero de los afectados con los “quesitos” de la ciudadana francesa Gilbert Van Erpe, quien habría estafado a personas en Coltauco.
“En virtud de una orden de la Fiscalía Centro Norte se nos solicitó realizar una serie de diligencias en el marco de las estafas que se originaron por la señora madame Gil, que afectó a diversas personas por la venta de los famosos quesitos. La finalidad de esta diligencia es recabar la mayor cantidad de afectados para luego hacerse parte de una acción legal que se está haciendo en Francia”, comentó el jefe Bridec Rancagua, subcomisario Fernando Boza.
Dentro del marco de la investigación los funcionarios se trasladaron hasta la comuna de Coltauco, ya que es el sector donde se centra la mayor cantidad de afectados de un total de 5 mil en todo el país, con el objetivo de dar con el paradero de las víctimas en la masiva estafa y así contribuir a las diligencias el Ministerio Público de Santiago.
Es por esa razón que el jefe de la Bridec señaló que “el llamado es a que concurran, se informe y si se quiere hacer parte o no de esta diligencias, lo mencionen. Contamos con el requerimiento por escrito de la Fiscalía y dentro de los requerimientos es hacer una carta de mutuo propio con tal de determinar el monto y las causas en que fue afectados”, indicó Boza.
Caso “Quesitos”
En 2006 madame Gil llegó a Chile ofreciendo un negocio millonario, el cual parecía rentable ya que se trataba de un trabajo con mano de obra y exportación. El negocio se trató de que los interesados debían invertir en unos “quesitos” que al ser enviados al extranjero darían vida a cosméticos en Francia.
Las personas que invirtieron su dinero esperaban que sus ingresos aumentaran, sin embargo, esto no ocurrió y según la investigación madame Gil congeló las cuentas bancarias y se quedó con el dinero de de las personas.
Por lo pronto, la justicia francesa está a punto de emitir una sentencia condenatoria contra Gilbert Van Erpe que podría traducirse en la restitución parcial del dinero perdido y que invirtieron en los llamados «quesitos mágicos».