Con certeza plena puedo afirmar que en los tiempos que esta sociedad cursa, tal pregunta…es y será – por mucho – una consulta y preocupación absolutamente intrascendente.
Ciertamente no lo fue, por ejemplo, para el genial indio Seattle, autor de aquella maravillosa Carta escrita al Presidente de los EE.UU. en 1855.Hoy…ese Jefe indio, sigue atento debajo de la tierra.
Y… ¿qué es una mariposa? ¿Es acaso la descripción que nos da el diccionario para salir del paso? Naturalmente que no, no es solamente el insecto lepidóptero.
Un proverbio chino…dice que su aleteo puede cambiar el mundo. Casi para creerlo.
Tal vez ellas lo sepan todo, todo lo que nos pasa…Son la sensibilidad que vuela…Pasan ligeras, nerviosas dibujando cumbres en el aire. Parece que huyeran de algo…Son tan livianas como una mínima fracción de aire. ¡Qué energía tan débil!
Otra pregunta en el mar de las interrogantes: ¿Por qué todavía vienen a esta ciudad tan espesa? El mundo que era de ellas ya no lo es. Ahora…estos son los espacios de la agresividad, del irrespeto, de la indolencia más brutal, de la devastación de todo lo que vive.
Son tan bellas hasta en su muerte.
¿A quiénes importará la pregunta? Son tantos los temas, los problemas y las angustias de cada día que agobian a esta humanidad que ya no hay tiempo para las mariposas ni para oír ningún canto del paraíso. Porque ellas….como los colibríes vienen de algún paraíso que fue….
Ahora….nada más vuelan, besan una flor y se van. A veces una descansa y pone sus alas como una sola hoja. Otra…, parece, con sus alitas desplegadas otra flor en medio de todas, es un pequeño avioncito recién llegado.
¿De qué flores copiarán sus alas? O, ¿quiénes fueron primero?
Una historia muy personal…hace que recuerde…que una vez a mis 6 años…seguí una mariposa corriendo escalera abajo en el Cerro San Juan. La pendiente aligeró mis pasos, no hice caso de las advertencias de mi madre. Nada más…rodé con resultado de una luxación. La mariposa, enhorabuena siguió su vuelo…
La mariposa en sí misma es la biología del vuelo, son dos pétalos en el aire. Con ella somos el ciclo vital y cósmico único.
Démosle atención antes que sea demasiado tarde….
Carlos Poblete Ávila
Profesor de Estado
Director Centro de Estudios
Conciencia Crítica