Cerca de una hora duró el control de detención del gendarme acusado de supuestos apremios ilegítimos y de obstrucción a la investigación, luego que fuera acusado de golpear a uno de los reclusos que denunció una brutal golpiza en la cárcel de Rancagua. El acusado, identificado como M.A.B., deberá enfrentar a la justicia este lunes para ser formalizado.
Durante la audiencia, la Defensoría inició sus cargos alegando la supuesta detención ilegal del acusado, medida que fue desestimada por la magistrado Andrea Urbina, indicando que sí se daban los presupuestos que manifestaba la Fiscalía en torno a la detención y a los supuestos hechos que se imputaban.
Posteriormente, el fiscal a cargo de la investigación, Carlos Fuentes, solicitó al Tribunal la ampliación de la detención hasta este lunes, ya que faltaban pericias para poder acreditar la agresión. Cabe destacar que la defensa también se opuso a la medida, sin embargo fue desestimada por la jueza.
Según explicó el fiscal, los hechos ocurrieron cuando el reo identificado como M.A.E.M., uno de los internos que fue víctima de los apremios ocurridos el 3 de agosto de 2013, debía ser llevado a declarar ante la Fiscalía local por ese caso. Sin embargo, en su lugar Gendarmería presentó en el Ministerio Público a su hermano, quien también se encuentra privado de libertad. En este escenario, el interno acusó que fue golpeado en al menos cuatro ocasiones por el funcionario.
Respecto a la agresión, Fuentes manifestó que fue llevado a lo que “los internos denominan los muros de los lamentos, precisamente porque en algunas ocasiones son llevados al lugar donde no se ven los golpes. Tiene cuatro a cinco lesiones lineales producto de golpes que se señalan de un palo”, explicó.
Para este lunes la Fiscalía espera contar con la declaración de testigos, informes del Servicio Médico Legal (SML) y haber realizado el protocolo de Estambul, para poder acreditar las supuestas agresiones y formalizar al gendarme por apremios ilegítimos y obstrucción a la investigación.