Mañana a las 21.15 horas, todos los ojos de la Región estarán puestos en el inicio de la participación de O’Higgins en la Copa
O’Higgins llega a la Libertadores con el objetivo de no quedarse en la fase grupal.
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Tras 30 años sin estar en el torneo de clubes más importante del continente, los celestes sólo tienen ojos para el Grupo 3 de la competencia donde aparte del cuadro argentino se verá las caras con Deportivo Cali de Colombia y Cerro Porteño de Paraguay.
La historia en el legendario torneo sudamericano para O’Higgins comenzó en 1979, cuando clasifica para la Copa, hecho que se repite el siguiente año con su mejor actuación.
De estas participaciones, la más destacada es la de 1980. En esa edición, el equipo dirigido por Francisco Molina llegó hasta semifinales del certamen que fue ganado por Nacional de Uruguay, lo que constituye la mejor actuación de O’Higgins en un torneo internacional. Para llegar a esa instancia, O’Higgins ganó el grupo que compartían con Colo Colo y los paraguayos Cerro Porteño y Sol de América.
El histórico equipo de 1980 que llegó a semifinales de la Copa Libertadores.
Luego de esa fase, los celestes pasaron a semifinales, instancia donde participaban seis equipos divididos en dos grupos de tres clubes cada uno. Sin embargo, en esta instancia los provincianos no pudieron ganar ningún partido y cerraron su actuación como colistas del grupo.
De todas formas, esa participación es recordada con cariño en la capital de la provincia de Cachapoal, sobre todo por quienes integraron ese histórico equipo. Nelson Acosta es uno de ellos. El ex técnico nacional llegó en 1978 a tuvo un destacado paso por los celestes hasta 1981, año en que emigró a Fernández Vial.
“Era un muy buen plantel y jugaba muy bien. Lamentablemente el árbitro se equivocó en uno de los partidos con Nacional y eso nos perjudicó mucho. De todas formas hicimos una muy buena copa y guardo los mejores recuerdos. Probablemente, con ese mismo plantel también pelearíamos el título en la actualidad”, aseguró el actual técnico de Everton de Viña del Mar
En 1984, el cuadro de Rancagua vuelve a la Libertadores, compartiendo grupo con U. Católica y los bolivianos Bolívar y Blooming. El elenco celeste finalizó último del grupo con sólo un punto (empate ante Bolívar de local), y cinco derrotas, entre ellas, un 1-5 en contra frente a Bolívar en La Paz.
La participación del equipo en el torneo internacional, repercutió incluso en el ámbito local, ya que en la Copa Polla Gol, sobre 10 partidos, el equipo sólo gana dos duelos y queda eliminado en primera fase al cerrar sexto en su grupo.
Esta vez, O’Higgins vuelve al concierto internacional con aires renovados, con la consigna de ser el campeón del fútbol chileno y con el objetivo de ser protagonista en el torneo.
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