
Los niños ven las vacaciones como un momento de juego, por lo que los adultos deben conjugar sus deseos con los de sus hijos.
Las vacaciones son una oportunidad para descansar, recuperar energías, explorar nuevas experiencias y aprender con otras actividades. Todo esto implica que durante estos meses la dinámica familiar sostenida durante el año se modifica, lo que –paradójicamente- puede estresar y agobiar a muchos papás y mamás que no saben cómo abordar este nuevo escenario.
Durante este período estival, Cecilia Calvo, psicóloga de Fundación Integra, entrega diversas recomendaciones para evitar el aburrimiento de los niños en casa, y cómo puede actuar las familias para controlar los niveles de ansiedad e inquietud de los más pequeños.
Una de las ideas es establecer nuevas rutinas, tanto si se quedan en casa como si salen a otros lugares. “En este escenario, flexibilizar las normas implica establecer una rutina más relajada, con el necesario descanso, lo que no debe confundirse con ausencia de normas”, indicó la especialista.
Otro punto importante es equiparar las expectativas, ya que la de los niños –jugar, correr y saltar, por ejemplo- puede diferir a la de los adultos, que ven las vacaciones como un período de descanso. Además, Cecilia Calvo señala que se debe estimular a los pequeños, elemento benéfico para transmitir “al niño que los adultos reconocen y valoran sus intereses”.